Hay un movimiento político soterrado en el sector de la televisión que está pasando desapercibido para la mayoría. Mientras las televisiones privadas han comenzado a preocuparse por la tendencia bajista del mercado de la publicidad, RTVE dispone en 2023 de su mayor presupuesto en más de una década, lo que le ha permitido gastar más dinero que en los años precedentes en su parrilla de programación.
El resultado de esa singular maniobra política es evidente: mientras las principales cadenas privadas han perdido audiencia, La 1 la ha ganado. En concreto, ha mejorado su dato en 1,9 puntos durante este año, mientras que Antena 3 –líder- ha empeorado en 1 punto y Telecinco se ha dejado por el camino 2,5, lo que ha agravado su crisis, que es considerada como la mayor de su historia.
Algunos sindicatos de RTVE han puesto el grito en el cielo en los últimos días tras analizar los números que la propia empresa les proporciona. La corporación empleó el año pasado a 6.765 trabajadores, un dato que es mayor al de los ejercicios precedentes pese al plan de prejubilaciones bonificadas y jubilaciones obligatorias que está vigente en la empresa. Esto convierte a RTVE en el mayor grupo audiovisual del país, con una plantilla que es mayor a la suma de las de Atresmedia y Mediaset. Pese a todo, ha incrementado su gasto en producciones audiovisuales, denuncian fuentes de su Consejo de Administración.
Una inversión multimillonaria
Este periódico ha accedido a través del Portal de Transparencia al dato de gasto en programación de RTVE. Entre septiembre de 2022 y junio de 2023, invirtió 500 millones de euros en la parrilla de sus diferentes canales, de los cuales, 370,38 fueron a parar a La 1. La cantidad es la mayor de los últimos años en ese período, lo cual es relevante en este momento histórico, en el que las empresas privadas de televisión observan cómo los ingresos publicitarios de la TDT han sufrido un descenso. Por tanto, eso obliga a aplicar el principio de prudencia en la gestión.
En el primer semestre de 2023, la inversión de los anunciantes en la las cadenas privadas cayó el 3,7%, mientras que en el conjunto del sector de los medios tradicionales mejoró el 1,9%. En la radio aumentó el 6,9% y en la prensa, el 1,8%. En las redes sociales lo hizo el 4,8% y en los buscadores –Google, principalmente-, el 3,2%. Las plataformas digitales de comunicación y entretenimiento ya aglutinan el 40% de la cuota de mercado. Mientras tanto, la TDT pierde peso.
El inicio de la temporada 2023/2024 no ha deparado grandes noticias para Atresmedia y Mediaset. El primer grupo es líder destacado de la TDT y no parece que esa posición peligre en el corto y el medio plazo. Antena 3 es la cadena más vista y su fortaleza en informativos o entretenimiento es evidente, pero en el último año ha perdido 1 punto de audiencia, lo que ha situado su cuota total en el 13%.
Telecinco arrastra una larga crisis que se inició durante la última etapa de Paolo Vasile como consejero delegado y que no ha mejorado en esta nueva etapa, con Alejandro Salem a los mandos de la compañía. Para esta nueva temporada, la cadena había anunciado algunas apuestas ambiciosas para franjas de la parrilla de programación de interés estratégico.
El resultado que hasta ahora ha logrado Ana Rosa Quintana por las tardes es peor que el que obtenía en las mañanas. Por su parte, la idea de situar a Jorge Javier Vázquez a competir con El Hormiguero con un programa de entrevistas ha sido un fracaso. Su formato, Cuentos chinos, ha sido ‘cancelado’ un mes después de su estreno.
Uno de los datos más preocupantes para el sector se puede apreciar en el último informe de Barlovento Comunicación –con datos de Kantar Media-, en el que figura una estadística de consumo de TDT por edades. Ahí se aprecia que ha descendido en algunos de los sectores más interesantes para los anunciantes, como son el que comprende desde los 25 hasta los 44 años (-10%) y el que va desde los 13 a los 24 (-11%).
Los jubilados son los españoles que más tiempo diario invierten delante del televisor (323 minutos), mientras que los adolescentes, los que menos (55 minutos). Entre tanto, plataformas como TikTok, Instagram o Twitch acaparan la atención de los jóvenes y cada vez mayor inversión de los anunciantes.
El sector privado 'sufre' y eso parece haberlo aprovechado el Ejecutivo para que la televisión pública gane peso en el sector audiovisual.
Cabe recordar que su presidenta provisional es Elena Sánchez, la cual fue propuesta para su puesto por Moncloa después de que el Consejo de Administración de RTVE impulsara a dimitir a su antecesor, José Manuel Pérez Tornero.
Los estatutos sociales de la corporación no permitían a la presidenta ejercer el poder ejecutivo en RTVE -al no haber sido ratificado su nombramiento por el Congreso de los Diputados-. Sin embargo, el Consejo de Ministros modificó este documento legal -con la complicidad de la SEPI- para que Elena Sánchez pudiera realizar estas funciones. El asunto terminó en los tribunales.
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