El Gobierno de España gastará un máximo de 284.297,53 euros para dar difusión a las comparecías públicas del presidente del Mariano Rajoy y de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría durante el próximo año. Moncloa acaba de sacar a concurso un contrato para el servicio de subida de la señal audiovisual a satélite y transmisión por videostreaming de los máximos responsables del Ejecutivo, una licitación que tendrá una duración de 12 meses a contar desde la previsible adjudicación del mismo en diciembre del presente ejercicio.
El pliego de condiciones contempla un importe inicial de 160.000 euros, aunque se reserva un considerable incremento en el presupuesto hasta superar los 284.000 euros ante una posible prórroga y eventuales modificaciones a la alza del citado contrato, según consta en los documento hechos públicos a través de la Plataforma de Contratación del Estado. La empresa adjudicataria suministrará dicha señal a la Secretaría de Estado de Comunicación para su posterior difusión a los medios, una señal que deberá ser digital, realizarse en directo y sin edición.
Estricto pacto de confidencialidad
Las condiciones de licitación fijan que el adjudicatario deberá mantener “absoluta confidencialidad y reserva” sobre cualquier dato o información a la que pueda tener acceso con ocasión del cumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato, así como sobre los resultados obtenidos de su tratamiento. El servicio de subida de la señal audiovisual deberá ser prestado para todas las comparecencias que tengan lugar en el Complejo de la Moncloa, incluidas las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros, así como los eventos que tengan lugar en cualquier parte del territorio español. Están previstas la cobertura de unas 52 ruedas de prensa, 25 comparecencias en Moncloa y otras 20 fuera de dicho enclave.
Pese al gasto para dar cobertura a la señal de sus intervenciones, Rajoy Brey es poco amigo de las ruedas de prensa y las comparecencias públicas, un hecho que en el último año se ha puesto de manifiesto en múltiples ocasiones en las que ha esquivado las preguntas de los reporteros de los medios de comunicación. Hay tres ejemplos claros, de muchos otros momentos, que ponen en evidencia la actitud del presidente de España: en abril de 2012, escapó por el garaje del Senado para evitar ser preguntado por el recorte de 10.000 millones de euros en Sanidad y Educación; en febrero de 2013, los periodistas se vieron obligados a seguir mediante una pantalla de plasma su intervención en el comité ejecutivo del PP; y este lunes, leyó una respuesta a una pregunta sospechosamente pactada sobre las últimas revelaciones de Bárcenas.
Ruedas de prensa sin derecho a preguntas
La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha manifestado su "rechazo" a "la decisión de Moncloa de romper el pacto de preguntas" que venía siendo habitual en las ruedas de prensa conjuntas del presidente del Gobierno con los mandatarios extranjeros. En una nota de prensa firmada por la Junta Directiva, la APM exhorta a Moncloa y a los medios que cubren las actividades de la Presidencia del Gobierno a que respeten dicho pacto o a "que lo anulen para siempre y dejen la máxima libertad a la hora de preguntar".
La APM, en el marco de su campaña contra las ruedas de prensa sin derecho a preguntas, sostiene que pactos de ese tipo "limitan el trabajo de los periodistas y, consecuentemente, los derechos constitucionales de libertad de expresión y de información". No obstante, entiende que los periodistas que cubren Moncloa cumplan tal pacto al tratarse de la única posibilidad de hacer preguntas "en unos tiempos en los que las ruedas de prensa de los representantes públicos son cada vez más escasas, sobre todo cuando se encuentran en dificultades". El periodismo, ha recordado la APM, "sirve a los ciudadanos cuando cumple con su cometido de control de los poderes y destapa los hechos de interés general que éstos quieren ocultar".
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