Cuentan fuentes de Moncloa que Miguel Ángel Oliver pidió a Pedro Sánchez ser el presidente de la Agencia EFE mientras ocupaba la Secretaría de Estado de Comunicación. En esos tiempos, estaba en la cúspide de esta empresa pública Fernando Garea, quien fue sustituido a principios de 2020 por Gabriela Cañas. El puesto que ocuparon ambos cuenta con una menor remuneración que el de Elena Sánchez en Radiotelevisión Española, pero, pese a todo, asciende a casi el doble que la del jefe del Gobierno.
Así se puede apreciar al consultar los registros de la propia agencia de noticias, en los que figura la retribución que percibió Cañas el año pasado, que fue de un total de 175.567 euros. Esta cantidad incluye un componente fijo y otro variable, si bien la documentación de EFE no especifica a cuánto asciende cada cantidad.
Este salario equivale a casi el doble que el de Pedro Sánchez, que en 2023 está fijado en 90.010 euros, según figura en los Presupuestos Generales del Estado. Por otra parte, es sensiblemente inferior al de Elena Sánchez, la lideresa provisional de RTVE, a quien le corresponde una retribución de alrededor de 200.000 euros.
José Manuel Pérez Tornero –su predecesor- percibió por los nueve meses de presidencia de RTVE en 2022 un total de 128.055 euros. Su retribución en 2021 fue de 216.142 euros, frente a los 205.613 que ingresó Rosa María Mateo un año antes y los 153.667 que le correspondieron en 2019.
Los miembros de la alta dirección de la corporación obtuvieron un sueldo de entre 163.000 y 185.000 euros en 2022. Aquí se encuentran los directores del gabinete de la Presidencia, de Contenidos Generales, de Contenidos Informativos, del área corporativa, de Educación, Diversidad Cultural e Internacional; y de Producción de Medios, así como el secretario general. Esto quiere decir que hay directivos de RTVE que disponen de un sueldo más alto que el presidente de EFE.
No obstante, su retribución será bastante superior a la que obtenía como secretario de Estado de Comunicación. De hecho, en 2019 fue algo superior a los 125.000 euros, al igual que la de Iván Redondo, el antiguo jefe del gabinete del preisdente.
Una empresa pública en dificultades
Sea como sea, la labor de Olivar en EFE no será sencilla. La agencia acumula unas pérdidas de 49,1 millones de euros en el último lustro y su actividad está condicionada por sus dificultades económicas, que coartan su capacidad para realizar inversiones.
EFE ha contado en los últimos años con 53,9 millones de euros. Esta cantidad procede de las cuentas del Estado y está avalada por su condición de Servicio de Interés Económico General (SIEG).
Fuentes de la agencia explican que su importe puede revisarse cada dos años, atendiendo a las necesidades de esta empresa pública. En los últimos años se ha prorrogado, sin embargo, existe la posibilidad de incrementar su importe, aunque, en ese caso, hay que enviar la propuesta a Bruselas para que conceda el visto bueno.
Dentro de la agencia, Oliver encontrará algunos frentes abiertos, como el que está relacionado con el plan de bajas incentivadas para el personal más veterano –de poco éxito, detallan fuentes sindicales- o el relativo a la aplicación del nuevo plan estratégico de EFE, que persigue la integración de algunas de sus redacciones, la potenciación de todo lo relacionado con el mundo audiovisual o el alquiler de algunas plantas de su sede -en la avenida de Burgos madrileña- a otros inquilinos.
EFE cuenta actualmente con una plantilla de alrededor de 1.100 trabajadores. Según el último informe de cuentas que figura en su web, dispone de una red de 16 delegaciones, 5 subdelegaciones y 9 oficinas permanentes en España; y 43 sedes en el extranjero. En 2022, registró una cifra de negocio de 86,5 millones de euros, mientras que gastó en personal 69,3 millones.
Antes de ser designado como presidente, Oliver deberá pasar el trámite de comparecer en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados. A partir de ahí, el candidato propuesto por Moncloa -exmiembro del Gobierno- iniciará su nueva etapa.
La decisión de Pedro Sánchez de situarle en esta empresa pública ha sido fuertemente criticada por el Partido Popular, en cuanto a que supondrá -expuso el partido- el situar al frente de un medio de comunicación del Estado a un antiguo representante del Ejecutivo.
Desde el Consejo de Redacción de EFE lanzaron un comunicado hace unos días en el que defendían la independencia y la neutralidad de los periodistas de la agencia.
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