Pedro Sánchez fue entrevistado en Los desayunos de TVE en 2016 y lució ante la periodista María Casado un lazo naranja. Lo hizo para denunciar la manipulación gubernamental de la televisión pública, en apoyo a los trabajadores de Torrespaña que se manifestaban cada viernes para reclamar que la corporación fuese un testigo neutral de la realidad del país. Entonces, Mariano Rajoy era el inquilino del Palacio de la Moncloa.
Han pasado seis años desde entonces y José Manuel Pérez Tornero presentaba este lunes su dimisión como presidente de RTVE, después de haber sufrido fuertes presiones por parte de Moncloa y de algunos de los consejeros designados por el PSOE para ejercer su puesto en la corporación.
Este catedrático llegó al despacho principal de Prado del Rey en marzo de 2021, después de que Moncloa mantuviera a Rosa María Mateo al frente de la corporación durante tres años. La ex presentadora de informativos accedió a su cargo en julio de 2018 después de que le prometieran que permanecería tan sólo durante tres meses al frente de esta empresa pública.
El mandato se alargó diez veces más. Entre medias, se produjo un baile de sillas en Torrespaña y en Prado del Rey al que diversos profesionales definieron como "una purga".
Nada más llegar a RTVE, Mateo se rodeó -con el beneplácito de la Moncloa de Iván Redondo- de algunos periodistas con un peso importante en Torrespaña. Ascendió a Fran Llorente y a Begoña Alegría; y situó a Xabier Fortes al frente de las mañanas de La 1. Todos ellos habían sido cabezas visibles en las movilizaciones contra la manipulación del Partido Popular.
Antes de las elecciones generales de abril de 2019, Pedro Sánchez -quien portó un lazo naranja en La 1, en 2016- intentó utilizar la televisión pública para librarse de comparecer en un debate electoral, que se iba a celebrar en Atresmedia y que iba a enfrentar a los candidatos de las principales fuerzas políticas. Para cumplir con su objetivo, el Ejecutivo pidió a Rosa María Mateo que cambiara la fecha del coloquio que estaba programado para RTVE, de modo que coincidiera con el que iban a moderar en Antena 3 Vicente Vallés y Ana Pastor. De ese modo, pretendían anular la segunda fecha.
Los responsables de los telediarios -con Alegría a la cabeza- se negaron a hacerlo y encabezaron una rebelión interna, con la consiguiente reprimenda pública a Sánchez. Fue el principal asunto espinoso al que se enfrentó el PSOE en esa campaña. Al presidente que iba a garantizar la neutralidad de RTVE le acusaban de querer controlarla.
Cadáveres en el armario
A la vista de estos acontecimientos, Pedro Sánchez e Iván Redondo decidieron cambiar la cúpula de Torrespaña, al considerar que era más cercana a Podemos que al PSOE. Así que 'ficharon' a Enric Hernández -exdirector de El Periódico de Catalunya- y le dieron plenos poderes sobre los programas informativos y de actualidad de TVE, RNE y RTVE.es.
No todos los movimientos se producían en RTVE. Entre medias, el entonces secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, citó un sábado por la tarde en un restaurante Rodilla del Paseo de la Castellana a Fernando Garea, que entonces presidía la Agencia EFE, y le comunicó su destitución inmediata. ¿El motivo? Que esta empresa pública de información no había sido sensible con los intereses del Ejecutivo.
Hace unos meses, el PSOE comenzó a caer en las encuestas y en Moncloa comenzaron a sospechar que la línea editorial de RTVE no les beneficiaba. En Ferraz, hubo quien advirtió de que Pérez Tornero realizaba demasiadas concesiones al Partido Popular, algo de lo que habían avisado los dos consejeros de Podemos en un escrito que adelantó Vozpópuli hace varios meses.
Elena Sánchez, consejera bien relacionada con el PSOE -amiga personal de José Luis Rodríguez Zapatero- y con el entorno del partido -el empresario José Miguel Contreras- se puso en contra de las decisiones del presidente junto a Concepción Cascajosa, que es la consejera que peor nota (23,5 puntos sobre 100) obtuvo en el concurso público que se convocó para elegir al actual alto mando de RTVE.
En diciembre de ese año, saltó un escándalo que desestabilizó a Pérez Tornero: le acusaron de contratar a tres directivos que habían tenido anterior relación profesional con él. En todos los casos, se hizo a través de concursos de méritos cuya limpieza quedó en entredicho.
Poco después, se produjo la dimisión del anterior jefe de Informativos, Esteve Crespo, por razones personales; y fue sustituido por Pep Vilar. La pasada primavera, recaló en la corporación José Pablo López, quien había sido cesado unos meses atrás como presidente de Telemadrid -en una maniobra política del Ejecutivo de Díaz Ayuso- y quien provocaba recelos en el propio Pérez Tornero. Entre los tres no ha existido sintonía en estos últimos meses.
La dimisión del presidente de RTVE
A la vista de que Moncloa le había retirado el apoyo -y de que le había llamado varias veces a consultas para presionarle para que dimitiera-, Pérez Tornero ha presentado este lunes su dimisión, sin ni siquiera someter su continuidad al voto del Consejo de Administración, como meditó previamente.
"Vine a sumar y a construir, y me voy con la conciencia tranquila. Vuelvo a mi universidad con la satisfacción de haber hecho todo lo posible por contribuir a edificar una radiotelevisión pública, plural e independiente a la altura de las exigencias de nuestro tiempo y como nuestro país merece", ha expresado en una carta enviada a la plantilla, expresaba, en una carta enviada a los 6.500 empleados de la corporación.
A Pérez Tornero le propuso el PSOE como consejero y se marchará tras haber perdido el apoyo de los vocales de ese partido -salvo de Ramón Colom, que le apoyó hasta el final- y los de Podemos.
Había dudas sobre lo que ocurriría en la reunión de este martes con el consejero del PNV, Juan José Baños, dado que el pasado viernes, en el Consejo telemático que se celebró para aprobar la puja por la Copa del Rey de fútbol, abandonó el 'cónclave' antes de su finalización, en señal de indignación por la discusión que iniciaron algunos de sus compañeros.
El futuro de RTVE
A partir de ahora, Moncloa podrá nombrar un nuevo vocal y someterlo a examen parlamentario, a sabiendas de que una mayoría absoluta es suficiente para que acceda al Consejo.
Entre los actuales vocales, dan por supuesto que Elena Sánchez -actual consejera- tiene muchas papeletas para acceder al puesto. También que la figura de José Pablo López ganará peso en RTVE, para acumular mucho más poder.
La estrategia de Pedro Sánchez -que antes de ser presidente se puso el lazo naranja en la solapa- ha sido similar a la que siguió el Gobierno de Mariano Rajoy cuando 'ahogó' financieramente a Leopoldo González-Echenique hasta que consiguió su 'cabeza'.
Entonces, en Génova 13 querían que los informativos de TVE fueran más permeables con las demandas del PP de lo que eran con González-Echenique de presidente de la corporación y Julio Somoano de jefe de Torrespaña. Por eso, Moncloa promovió un cambio que situó a la derecha los noticiarios, con José Antonio Álvarez Gundín de responsable y José Antonio Sánchez de presidente.
De cara a este 2023 multi-electoral, el PSOE ha logrado la dimisión de Pérez Tornero, a quien consideraban como 'poco permeable' con las peticiones de los socialistas.
Los resultados de su gestión no han sido positivos, según coinciden los varios consejeros consultados por este periódico en las últimas horas. La audiencia de La 1 y de RTVE se ha situado en mínimos históricos y su influencia sobre la sociedad española no es mayor que cuando accedió al cargo, hace dieciocho meses.
Ciertamente, no ha ayudado que el Congreso haya paralizado la renovación del Mandato Marco -la ley que determina los objetivos que debe perseguir RTVE y su financiación, que está caducada desde 2018- y que la Ley Audiovisual haya 'librado' a las empresas de telecomunicaciones de pagar 100 millones de euros anuales para financiar RTVE. A pocos días de que se presente el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, todavía es una incógnita cómo pretende Moncloa compensar ese agujero.
Sea como sea, en 2023 habrá elecciones municipales y autonómicas y Pedro Sánchez no quería disgustos con RTVE como el que tuvo en 2019. Después de ejercer presiones y de situar varias piezas clave en el tablero de la corporación -señalan estos consejeros-, ha conseguido la marcha del presidente.
Este martes a las 9.30 horas está citado en el palacio presidencial Ramón Colom. Como ocurrió cuando Moncloa impulsó las candidaturas de Pep Vilar y José Pablo López, el Gobierno busca asegurar el voto de sus afines antes de presentar su propuesta, que a esta hora pasa por Elena Sánchez.
Esta última fue secretaria general de TVE durante el mandato de Rosa María Mateo, en el que se desplomaron las audiencias. Mientras ejercía su puesto, dimitió de una sociedad familiar después de que Vozpópuli publicara que estaba vinculada a ella, al igual que otros directivos.
Es mujer de Pablo Mansilla, quien fue director general de Instituciones Penitenciarias con Rodríguez Zapatero en Moncloa -amigo personal- y quien fue contratado en RTVE por Luis Fernández para vender unos activos inmobiliarios de los que la corporación nunca se deshizo.
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