Son muchos millones de euros los que ha invertido la Generalitat durante las últimas décadas para promover la utilización del catalán en todos los ámbitos de esta comunidad autónoma, en detrimento del español, hablado por 480 millones de personas en el mundo. Durante este tiempo, se han concedido subvenciones directas a la edición de publicaciones en este idioma y se han organizado todo tipo de acciones políticas, pues el nacionalismo considera que esta lengua corre el peligro de desaparecer, pese a que el 94% de la población de Cataluña lo entiende, el 81,2% lo sabe hablar, el 85,5% lo lee y el 65,3% lo escribe.
Esta estrategia se ha topado con la aparición de grandes multinacionales del entretenimiento que utilizan el catalán de forma residual, pues su propósito es hacer negocio y el español ofrece más posibilidades en ese sentido. Estas plataformas han ganado poco a poco importancia en estos años, hasta el punto de que se estima que Netflix posee 2,2 millones de usuarios en Cataluña, tal y como se expresa en este artículo y como se puede deducir de los datos recabados por la Dirección General de Política Lingüística del Departamento de Cultura de la Generalitat.
De acuerdo con una reciente encuesta de esta institución, Netflix está presente en el 80% de los hogares que tienen contratadas plataformas de pago, seguida de Amazon Prime, con el 34%, y HBO, con el 21%. Esto implicaría que, aproximadamente, entre todas estarían presentes en 3,8 millones de casas en esta comunidad autónoma.
Con la 'globalización' del entretenimiento, se ha dificultado la estrategia del nacionalismo catalán de impulsar este idioma en todo tipo de altavoces públicos.
Los datos del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) permiten deducir que los medios convencionales a los que con tantos fondos públicos ha apoyado la Generalitat ya no tienen el monopolio de la información y del entretenimiento. Es cierto que las plataformas de contenidos bajo demanda (OTT) no realizan informativos. Ahora bien, cuentan con diversos documentales cuya línea editorial no parece tan sesgada como algunos trabajos que se emitieron en TV3, como el documental Hola, Europa, emitido en 2013 y el cual sólo incluía voces favorables a la independencia de Cataluña.
En 2019, la emisión más vista en TV3 obtuvo una audiencia de 1,4 millones de espectadores y fue el programa especial emitido en la noche de las elecciones del 28 de abril. La siguiente fue un partido de fútbol entre el Barcelona y el Real Madrid (Copa del Rey) que se jugó el 6 de febrero y que convocó frente al televisor a 1,1 millones de personas.
'Star system' catalán
Los últimos presupuestos aprobados por el Parlamento catalán destinan 253 millones para la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), que engloba a la televisión y radio públicas autonómicas. Pese a la relevancia de la partida presupuestaria, TV3 sufre del mismo fenómeno que afecta a la televisión convencional: el público joven tiene otras formas de consumir contenido de entretenimiento. Y en otras lenguas.
Además, las asociaciones subvencionadas por el Ejecutivo catalán en contra del bilingüismo, como Plataforma per la Llengua, la entidad que pide que con al ley Celaá se obligue a usar el catalán fuera de las aulas: en el recreo, comedor y en las extraescolares, tienen a Netflix en su punto de mira.
? Les versions en català pagades amb diners públics no arriben a @netflix.
‼️ Fins a 326 títols a #Netflix no inclouen doblatges i subtitulacions en català ja existents.
? En qui recau la responsabilitat? Llegeix l'informe complet al nostre web ? https://t.co/fTmzsi5K5r pic.twitter.com/7U3A5fASMD
— Plataforma per la Llengua #LaVeuQueCreix ? (@llenguacat) June 7, 2020
La autodenominada ONG catalana lanzó una campaña contra la plataforma audiovisual por no disponer en su catálogo de películas en catalán o dobladas en esta lengua. Y es un tema que preocupa también al Gobierno catalán.
De hecho, empresarios del mundo cultural catalán y afines al nacionalismo, son conscientes de cómo las principales instituciones y medios catalanes no pueden competir con Netflix. Así lo aseguraba el empresario Oriol Soler, próximo a ERC e investigado por la justicia por ser uno de los 'cerebros' en la sombre del 1-O, al afirmar que "tiene más suscritores Netflix en Cataluña que Òmnium Cultural, el Barça y el diario Ara juntos".
Con los datos en la mano, Òmnium Cultural presume de tener 182.633 socios, mientras que el F.C. Barcelona se situaría en los 143.459 socios y el diario Ara en los 44.000 suscritores. Se trata de unas cifras muy por debajo de las que logra la plataforma de pago.
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