Amanecía España este viernes con la imagen de Iñaki Urdangarín caminando con paso ligero por la orilla del Lago Lemán, en Ginebra. Se encontraba a la espera de conocer su castigo por los pecados cometidos en Nóos, esa trama de corrupción de altos vuelos que tantos quebraderos de cabeza ocasionó en Zarzuela, en algunos despachos de abogados de relumbrón y en sindicatos de dudoso pelaje. Mientras la pantalla mostraba al marido de la infanta ejercitándose, Ana Rosa Quintana observaba la escena con curiosidad y preguntaba a Joaquín Prat Jr. por el nombre de aquel deporte. “Se llama caminar con bastones”, contestaba una contertulia meticona, con cierta sorna.
'Ana Rosa' ha alargado su programa hasta más allá de las dos de la tarde esta mañana; y lo ha dedicado casi por completo a relatar las intrigas de la infanta Cristina y su marido. Sus competidores también han realizado una amplia cobertura de la resolución del juicio de Nóos. En Antena 3, Susanna Griso; en Cuatro, Javier Ruiz y en La Sexta, Antonio García Ferreras. Todos ellos, rodeados de sus tertulianos habituales y conectando en directo de forma constante con los puntos calientes en Barcelona, Palma de Mallorca o Ginebra.
Llama la atención el criterio editorial de los responsables de La Mañana de La 1, un programa que ha dedicado prácticamente el mismo tiempo -o incluso más- a hablar del sórdido crimen de la CAM que de las corruptelas de Urdangarín. A mediodía, cuando sus contertulios han abordado el asunto y su presentadora ha conectado con los Servicios Informativos, en la pantalla de La 1 había aparecido más tiempo la imagen del detenido por este asesinato que la del marido de Cristina de Borbón.
El tratamiento realizado a partir de ese momento no ha sido especialmente extenso, pese a las diversas incógnitas que permitía revelar la sentencia. De hecho, a las 13.00, los periodistas de la televisión pública ya se empeñaban en analizar las operaciones de cirugía estética de Camilo Sesto y Mario Vaquerizo. Y a las 13.20, los gemelos Torres cocinaban zamburiñas mientras Telecinco, Cuatro y La Sexta buscaban aún la última hora del caso.
En La Sexta y Cuatro, García Ferreras y Ruiz han adaptado el guión de su programa a las exigencias de la actualidad. Mientras en la segunda cadena de Mediaset Ernesto Ekaizer gesticulaba más de lo habitual y Jaime González se empeñaba en quitar hierro al asunto (“A la Reina de Inglaterra no creo que le interese tanto la sentencia de Nóos”), su presentador hacía un inventario de los muebles de diseño del palacete de Pedralbes que fueron pagados por Aizoon.
Minutos después de que e conociera el castigo a Urdangarín, Ruiz dio paso a Antón Losada que, con tono compungido lamentó la benevolencia de los jueces: "Queda la sensación de que a lo mejor las condenas deberían haber sido más duras. La sensación de que siendo una sentencia bien fundamentada, se queda a medias en cuanto a la ejemplaridad".
Las virtudes de la pintura húngara
García Ferreras comenzaba la mañana -con ironía- ensalzando las virtudes de la exposición sobre pintura húngara que han inaugurado a mediodía los Reyes en el Museo Thyssen. A un lado, tenía a Eduardo Inda y, al otro, a Francisco Marhuenda. Dos tertulianos habituales y expertos polemistas que se han lanzado varios dardos envenenados durante el debate, en el que han discutido desde por el papel del juez José Castro hasta por la conveniencia de la imputación de Cristina de Borbón.
Mientras García Ferreras trataba de contener a los dos periodistas y escuchaba, atónito, las palabras del compungido abogado de Diego Torres, Manuel González Peters ("hace tiempo que no me fío de nada ni de nadie"), Ana Rosa Quintana concedía espacio a la ínclita Virginia López Negrete, letrada de Manos Limpias, quien mantenía su habitual tono aleccionador pese a haber perdido el juicio. En su discurso, reconocía que su cliente había sido condenado a pagar una parte de las costas, pero que, dada la situación económica del sindicato, dudaba que pudiera afrontar dicha obligación económica.
Unos minutos después de que trascendiera la sentencia, todas las cadenas condenaban con los juzgados para hacerse eco de las palabras de Miquel Roca, abogado de Cristina de Borbón. "Espero no verles tan multitudinariamente nunca jamás", manifestaba el jurista, que en la intervención ante los medios manifestaba su deseo de que quienes no habían respetado la presunción de inocencia durante el proceso se disculparan inmediatamente.
En el mismo sentido se pronunció a las 10.00 horas Carlos Herrera en El Programa de Ana Rosa. Desde el estudio de COPE, en una pausa de su programa, aseguró lo siguiente: "Desde algunas poltronas mediáticas se ha realizado un juicio sumarísimo de este caso (...) Hoy veremos lo qué es lo que dice la justicia de verdad".
Un mero ejercicio de 'zapping' por los canales de la TDT, una vez trascendía la sentencia, servía para comprobar que una gran parte de los tertulianos consideraba escasa la condena a Urdangarín y condescendiente el trato de la justicia para con la duquesa de Palma. Eso sí, quienes esperaran un gran análisis de la resolución judicial en la televisión pública, se habrán sentido decepcionados. Este viernes, tocaba cocinar zamburiñas.
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