Era una operación que se daba por hecha desde hace unas semanas, pero que ha causado sorpresa, en cuanto a que se ha cerrado antes de que culmine la venta del Grupo Zeta. La empresa Editorial Prensa Ibérica (Javier Moll) confirmaba recientemente la compra de una participación mayoritaria del periódico El Día, de Tenerife, una histórica cabecera que arrastraba una importante crisis financiera y que pasará a formar parte de su cartera de activos.
Desde Editorial Prensa Ibérica han declinado hacer comentarios al respecto de los planes estratégicos del grupo, pero entre quienes se mantienen en la puja por Zeta han interpretado esta operación como una patada hacia adelante de Moll, que, ante las turbulencias que afectan al proceso de venta de El Periódico de Catalunya y la indecisión mostrada por los Asensio, ha cerrado una adquisición que estaba "a punto de caramelo" desde hace varios meses, tal y como los directivos de su empresa habían transmitido, han explicado.
Compra de El Día
A El Día le ha ocurrido durante los últimos años lo mismo que a otras tantas cabeceras, ya que su editora se ha visto perjudicada por la crisis de la prensa, por el recorte de la inversión publicitaria y por las complicaciones derivadas de la transformación digital. Su fundador, José Rodríguez Ramírez, murió en 2014 y, desde entonces -con Mercedes Rodríguez como heredera-, la situación del negocio ha ido a peor.
El pasado verano, ante el recrudecimiento de esta crisis -según detalló Canarias Ahora-, Rodríguez puso a la venta este medio por 4 millones de euros y tanteó a Vocento y a Prensa Ibérica. En este tiempo, Moll ha desarrollado en paralelo la negociación por El Día y por El Periódico de Catalunya. Como es sabido, la primera operación en cerrarse ha sido la que ha implicado el cambio de titularidad del diario de Tenerife. Según explicaba Dircomfidencial este lunes, esta situación abre la puerta a una fusión con La Opinión de Tenerife, del mismo grupo.
Mensaje a navegantes
Hay que tener en cuenta que el movimiento se ha producido en un momento en el que la operación de Zeta se encuentra en standby. A principios de enero, parecía que iba a ser Mediapro (Jaume Roures) la empresa que se llevaría el gato al agua; sin embargo, los vendedores hicieron llegar a los interesados que la venta no estaba cerrada, supuestamente, a la espera de recibir ofertas más altas.
Roures ha puesto sobre la mesa alrededor de 60 millones de euros por la compañía, mientras que Javier Moll, cerca de 30 millones. La banca acreedora -en la que están CaixaBank, Santander, BBVA- se comprometió a realizar una quita del 70% de su deuda a Moll para facilitar el desenlace de la operación, pero eso no fue suficiente para que los Asensio y el dueño de prensa Ibérica -que dejó claro que no pasaría de esa cantidad- alcanzaran un acuerdo.
Como ha detallado este periódico con anterioridad, la operación tiene un importante componente político, puesto que la línea editorial de El Periódico de Catalunya podría cambiar si Jaume Roures se hiciera con Zeta. Eso ha provocado preocupación en los partidos constitucionalistas, que se exponen a perder uno de los pocos aliados mediáticos con los que cuentan en esta comunidad autónoma dentro del sector de la prensa. Por su parte, en ERC consideran que les beneficiaría el hecho de que Roures -que defiende las tesis sobre el derecho a la autodeterminación de Podemos- se haga con el control de esta cabecera.
Fuerzas oscuras
El productor cinematográfico y dueño de Mediapro hablaba hace unas semanas de la existencia de "fuerzas oscuras" -en referencia a los bancos- que han impedido que su empresa haya adquirido Zeta. También incidía en que los vendedores le habían hecho llegar el mensaje de que existe un nuevo interesado por el grupo y que, por tanto, la operación no se puede dar por cerrada.
Este lunes, fuentes cercanas a las negociaciones aseguraban que el desenlace de este "culebrón" no se verá antes de dos o tres meses, tanto por los movimientos que se han realizado para evitar que Zeta se haga con el control de este grupo, como por la complejidad del momento político que vive el país. Porque, a estas alturas, todos los implicados reconocen que el componente político será fundamental en el desenlace de esta operación.
Ante esta situación, Moll ha movido ficha y ha adquirido el periódico de su gran competidor en prensa en Tenerife. Y eso ha aumentado la incertidumbre sobre quién será el próximo dueño de Zeta, reconocen estos informantes.
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