Casi un día después de que la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) tuviera que suspender una conferencia en la que iban a participar Felipe González y Juan Luis Cebrián, como consecuencia de un 'escrache' realizado por la organización de izquierda radical Apoyo Mutuo, El País ha ofrecido su opinión de lo sucedido. Lo ha hecho en un duro editorial en el que ha denunciado el “continuo señalamiento” que viven los trabajadores del diario en los últimos tiempos, y en el que ha criticado la falta de entendimiento de las “reglas básicas de la democracia” y del papel de los medios de comunicación en la sociedad por parte de Pablo Iglesias y los suyos. “Su “no pasarán” es patrimonio de todos los demócratas. No pudieron hacerlo los tricornios, y no lo harán las capuchas”, ha rematado.
El periódico de Prisa la emprende contra los líderes de Podemos por no condenar los hechos acaecidos en la UAM con rotundidad ni desvincularse de ellos. En el artículo, define su ideario como de “izquierda radical y trasnochada” y avisa de su fin último: “servirse de la democracia para llegar al poder y luego desbordarla y vaciarla de contenido”.
El editorialista considera especialmente doloroso que estos hechos tuvieran lugar en la misma facultad, la de Derecho, en la que fue asesinado Francisco Tomás y Valiente a manos de ETA. Una organización que, recuerda, defendían algunas de las pancartas exhibidas por los jóvenes que este miércoles protagonizaron el 'escrache'.
En el artículo, la cabecera incide en que la libertad de expresión es un derecho fundamental en la sociedad y central en el ámbito universitario. En este sentido, avisa del “deterioro de las condiciones del debate público” que se ha vivido en España en los últimos tiempos.
Este mensaje lo lanza pocos días después de la publicación de un duro editorial titulado Salvar al PSOE, en el que el periódico se refería a Pedro Sánchez con una especial vehemencia: “Ha resultado no ser un dirigente cabal, sino un insensato sin escrúpulos que no duda en destruir el partido que con tanto desacierto ha dirigido antes que reconocer su enorme fracaso”. Pocas horas después de su difusión, el Comité de Redacción del rotativo emitió un comunicado en el que criticó la falta de “equilibrio y mesura” por parte de los autores.
Caño se disculpa por carta
La historia no acabó ahí, puesto que, según publicó este miércoles Infolibre, el desencanto de los suscriptores con este editorial provocó 500 bajas durante los días posteriores. A todos ellos les ha enviado una carta el director de El País, Antonio Caño, en la que reconoce que pudo ser “presa de la efervescencia” con las críticas que le dedicó al líder socialista.
“Vivimos tiempos de gran turbulencia política” (...) Es fácil apreciar en nuestro entorno más cercano hasta qué punto los ánimos están exaltados y hasta qué grado la incompetencia e irresponsabilidad de unos y de otros ha creado un clima de irritación y desánimo en una gran parte de la sociedad (…) No descarto que nosotros, como medio que pretende estar lo más cerca posible del ánimo de esa sociedad, hayamos sido presa (...) de la misma efervescencia que denunciamos y combatimos. Si ha sido así, lo lamento profundamente”, expone en la misiva.
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