Una de las propuestas que recogía el programa de Compromís para las elecciones autonómicas del 24 de mayo es la de crear una televisión autonómica en valenciano que llene el vacío que dejó el cierre de Canal 9. La iniciativa la comparten todas las facciones que componen la coalición, aunque con salvedades, puesto que la más cercana a Mónica Oltra, Iniciativa del Pueblo Valenciano, defiende un controvertido proyecto que contempla la liquidación de la antigua RTVV y el establecimiento de un nuevo ente público en el que se readmitira a una parte de los trabajadores que fueron despedidos tras el cese de sus emisiones. Eso sí, sus afiliados apuestan por excluir a los periodistas que apoyaron las políticas ejecutadas por los gobiernos de Francisco Camps y Alberto Fabra.La aspiración de reabrir la Radiotelevisión Valenciana es compartida por PSOE y Compromís. Ambos coinciden en la necesidad de proyectar un nuevo medio audiovisual público en la Comunidad Valenciana, a pesar de que el proceso de cierre del anterior ha costado a los contribuyentes, hasta el momento, más de 150 millones de euros. El principal argumento que utilizan para defender su postura es que una región de cinco millones de habitantes y con idioma propio debe disponer de una televisión que sirva para promocionar su lengua y su cultura.
La antigua RTVV acumula un pasivo que es superior a los 500 millones de euros
Entre los múltiples problemas que condicionarán la puesta a punto de esta nueva televisión se encuentra la importante disparidad de criterios que existe entre los dos principales sectores de Compromís, según reconocen fuentes del partido.El Bloc Nacionalista Valencià apuesta por frenar inmediatamente el proceso de liquidación de la RTVV para poner los mimbres del nuevo proyecto sobre la antigua sociedad. "A partir de ahí, tendría que readmitir a los alrededor de 1.800 trabajadores que fueron despedidos y, si quisiera prescindir de una parte importante de ellos para poder hacer rentable el canal, presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), Una medida, cuanto menos, impopular", explican los mismos informantes.Una nueva televisión públicaEl plan que barajan las bases de Iniciativa del Poble Valencià consiste en liquidar la antigua empresa y constituir una nueva corporación, algo que no está muy claro que "se ajuste a la legalidad", según fuentes de la oposición, que recuerdan que este ente público acumula obligaciones que se calcula que son superiores a los 500 millones de euros.En la nueva televisión que prepara el sector más cercano a Oltra no se contrataría a todos los empleados del anterior ente público, sino tan sólo a una parte de ellos. ¿A quiénes se excluiría? A aquellos que sus afiliados consideran que defendieron los intereses del Partido Popular, sobre todo en los momentos en que más cuestionado estuvo en la Comunidad Valenciana por los casos de corrupción que afectaron a varios de sus miembros.Los mismos informantes del partido critican la manipulación informativa que se registró durante años en este medio de comunicación, auspiciada por la Generalidad y consentida por unos trabajadores que consideran "cómplices" de esa situación. "Contribuyeron a transformar la televisión autonómica en un imán que utilizó el Partido Popular para atraer votos", lamentan.Desde el Partido Socialista, también apuestan por reabrir un medio de comunicación público y audiovisual en Valencia. Durante la campaña, su candidato, Ximo Puig, se aventuró a fijar el 9 de octubre como la fecha elegida para el inicio de las emisiones. Sin embargo, desde que se convirtiera en un claro aspirante a la Presidencia de la Generalidad tras las elecciones autonómicas, ha lanzado mensajes mucho más prudentes. Desde su partido, se incide en que la nueva RTVV tendrá la forma que los abogados del Estado consideren más adecuada.
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