El Gobierno de Pedro Sánchez deberá tomar próximamente una decisión muy relevante para el panorama mediático español. Tiene que ver con la solicitud presentada el 21 de octubre por la multinacional francesa Vivendi para poder crecer hasta el 29,9% en el principal accionista de Prisa, es decir, en el grupo que posee el diario más leído –El País- y la radio más escuchada –Cadena SER-.
La noticia no es inesperada en Moncloa, entre otras cosas, porque el consejero delegado de Vivendi, Arnaud de Puyfontaine, se reunió a principios de año con Pedro Sánchez y le explicó los motivos de su entrada en Prisa y los proyectos de la compañía francesa en España, tal y como desveló este diario.
En la cúpula de Prisa sabían de la intención de Vivendi por incrementar su participación e incluso tenían constancia de su propósito de pedir permiso al Ejecutivo, por lo que esta decisión no ha pillado por sorpresa a sus principales ejecutivos. Se daba por supuesta y solo faltaba oficializar la solicitud.
Con este movimiento, fuentes del mercado señalan que Vivendi quiere tener opciones y flexibilidad de cara a cualquier opción de compra que se pueda plantear en los próximos meses. El permiso es para adquirir hasta el 29,9% de las acciones, pero el porcentaje final podría ser de un 15, un 20 o cualquier otra cifra inferior.
Grupo conservador
Sea como fuere, su ascenso en Prisa resultaría significativo desde un punto de vista político, pues hay que tener en cuenta que este conglomerado del entretenimiento y la información está presidido por Vincent Bolloré, uno de los empresarios franceses más influyentes y el cual tiene una marcada ideología conservadora que, a priori, choca con los postulados que defienden los socialistas españoles.
Desde el pasado enero, posee el 9,9% de los títulos de Prisa, aunque su vocación es crecer hasta el 29,9%. Es decir, hasta el porcentaje máximo que permite la ley adquirir participaciones sin necesidad de lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA).
Fuentes del mercado añaden que este movimiento no se cerrará de forma inminente ni estará seguido de una OPA por Prisa
El problema con el que se ha encontrado para incrementar su participación actual deriva de las medidas proteccionistas que aprobó el Gobierno de España durante las primeras semanas de pandemia, en 2020, pensadas para que las empresas de sectores estratégicos no fueran ‘atacadas’ por grandes inversores internacionales que quisieran tomar su control de forma hostil.
En concreto, el Ejecutivo estableció la obligación de que cualquier interesado en comprar más del 10% de estas entidades cotizadas tuviera que obtener el visto bueno de Moncloa para culminar la operación. Dado que los medios de comunicación fueron considerados como un sector estratégico, Vivendi necesita del plácet del Consejo de Ministros para crecer en Prisa.
La compañía francesa sostiene oficialmente que no ha entablado conversaciones con ningún accionista y fuentes del mercado añaden que este movimiento no se cerrará de forma inminente ni estará seguido de una OPA por Prisa, dado que no forma parte de los planes de Vivendi.
Ahora bien, podría servir –estiman fuentes del Consejo de Prisa- para que los socios que se quieren deshacer de su participación, pero no han encontrado compradores, cumplan con su deseo.
En este grupo sitúan a Santander (4,1%), el International Media Group catarí (5,1%), el Grupo Herradura Occidente mexicano (5%) y a la familia Polanco (7,6%). Sobre estos últimos, cabe apuntar a que desde el pasado agosto se ha comentado en los círculos financieros su presunto interés por deshacerse de una parte de sus acciones.
El principal accionista del grupo, Amber Capital, descarta reducir su posición en Prisa. Por tanto, no estaría entre los potenciales vendedores. Hay que tener en cuenta que este fondo de inversión dispone del 29,8% de las participaciones de Prisa y que Joseph Oughourlian, su fundador, es el actual presidente de la empresa española.
Por otra parte, entre los accionistas del grupo esperan que este gesto de Vivendi, que reitera su interés por Prisa, sirva para mejorar la situación de la compañía en bolsa, que ha sido crítica desde el inicio de la pandemia y que ha provocado una depreciación de sus títulos de casi el 60%.
Este lunes, los valores cerraban con un precio de 0,56 euros, con una capitalización total de la compañía de menos de 400 millones de euros. Vivendi, que ha declinado hacer comentarios a este diario, ya dejó claro el pasado enero en un comunicado que su interés en Prisa forma parte de su estrategia para convertirse en un líder global de contenidos con una importante pata en los mercados hispanohablantes de Europa, Latinoamérica y Estados Unidos.
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