Oficialmente, Pedro J. Ramírez ha pasado el testigo de la dirección de El Mundo a Casimiro García-Abadillo. Así lo ha confirmado el propio García-Abadillo, quien ha modificado rápidamente su perfil de Twitter para anunciar su nuevo cargo. Y así lo ha ratificado posteriormente Unidad Editorial en un comunicado enviado a los medios y reflejado en la propia página web del rotativo.
Este mensaje corto publicado a las 15.35, hora peninsular española, ha sido borrado rápidamente por el periodista. Unos minutos después ya no se podía ver este inesperado anuncio del propio interesado. La compañía ha enviado poco antes de las cinco de la tarde un comunicado oficial sobre la marcha de Pedro J. Ramírez del periódico que fundó hace 25 años. Minutos después, la propia web del diario ha confirmado la información adelantada estos días por Vozpópuli.
Versión de la compañía
En el texto enviado a los medios, Unidad Editorial anuncia que el periodista deja "la Dirección del periódico y la Dirección General Editorial del grupo". "El Consejo de Administración de la compañía ha decidido hoy iniciar una nueva etapa en la Dirección Editorial del periódico, que seguirá comprometido como hasta ahora con la independencia y la objetividad en el tratamiento de la información, así como con la calidad de sus contenidos". Y añade que "Pedro J. Ramírez figurará al frente del diario hasta la edición del próximo domingo y en adelante mantendrá una relación de colaboración con el grupo".
"Casimiro García-Abadillo, actual vicedirector, asumirá en su lugar la Dirección del periódico con el objetivo de relanzar la difusión y consolidar su nuevo modelo digital, que en pocos meses se ha convertido en referente del sector de la Prensa en España. En este contexto, Unidad Editorial está convencida de que en la nueva fase que ahora se inicia se pondrán las bases que permitan restablecer el equilibrio económico y financiero de la cabecera".
"Entiendo la decisión, pero si de mí hubiera dependido, habría seguido siendo director de 'El Mundo' toda mi vida"
El comunicado incluye unas palabras del propio Pedro J. Ramírez. Según esta versión de la empresa, el ya exdirector ha declarado esto: "Para mí este es un momento de sentimientos encontrados. De pesar, de orgullo y de gratitud. Tiempo habrá de exponerlos. Ahora, por encima de cualquier otra consideración, quiero dar las gracias a mis compañeros de EL MUNDO y Unidad Editorial, a los accionistas de RCS y en especial a los lectores por el apoyo recibido durante estos 25 años. Entiendo la decisión, pero si de mí hubiera dependido, habría seguido siendo director de EL MUNDO toda mi vida”.
¿Y los periodistas?
Entretanto, la plantilla del rotativo asiste con asombro al cambio. Aunque era un rumor permanente desde hace tiempo, los empleados no terminan de creerse lo que ha ocurrido. Su santo y seña, su jefe supremo desde la fundación del diario, ya no está al frente. Los periodistas de El Mundo tienen clarísimo que la salida de Pedro J. se debe a su enfrentamiento con el Gobierno de Mariano Rajoy. Y, por ello, se quejan amargamente de que el Ejecutivo "ha cercenado los espacios de libertad con los que estábamos trabajando", según reconocen a Vozpópuli. Aunque el relevo no les hace gracia, también reconocen que el sustituto elgido es el mejor posible, porque es un veterano de la casa y porque, aunque previsiblemente se rebaje la crítica al Gobierno, hubiera sido mucho peor cualquier otro escenario.
El perfil de García Abadillo es muy diferente, menos agresivo, quizás más dócil que el de Ramírez. Quienes trabajan a sus órdenes lo saben y por ello cuentan con que la crítica feroz al Ejecutivo tendrá que moderarse. Todos tienen la sensación de que Pedro J. no ha podido ganar un pulso que era imposible. Y creen que el Gobierno ha movido ladinamente todos sus resortes, que no son pocos ni pequeños, hasta forzar la salida del hasta ahora único director del rotativo. La sensación generalizada, según los propios protagonistas, es de tristeza. Reconocen que su ya anterior director era un hombre muy exigente y demasiado frío en ocasiones, pero lo consideran el mejor capitán del barco que podían tener. Los trabajadores tienen esta tarde del jueves dos reuniones: una con Galiano y otra con Pedro J.
Las fuentes de El Mundo consultadas explican que a la enorme tristeza por la marcha de su director se suman, ahora, ciertos temores. Y se agigantan con el paso de las horas, dada la situación de incertidumbre del futuro del rotativo. Además de que temen perder la libertad con la que han trabajado en los últimos dos años, los redactores se barruntan que el próximo paso pueda ser una fusión de Unidad Editorial con otro grupo de comunicación. Unión que, obviamente, significaría un cambio de rumbo en la línea editorial y, previsiblemente, la pérdida de puestos de trabajo. En otras palabras, los periodistas temen que la salida de Pedro J. haya sido solo el primer paso de una operación de más calado.
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