Medios

Medio centenar de periodistas han sido asesinados en 2020

Reporteros sin Fronteras refleja en un nuevo documento que los informadores que han perdido la vida en zonas de guerra han bajado mientras se han producido más asesinatos en países en paz

Medio centenar de informadores han sido asesinados en 2020, según el 'Balance Anual de agresiones contra periodistas en todo el mundo', cuya segunda parte publica Reporteros Sin Fronteras (RSF) este 29 de diciembre. La organización ha llamado la atención en el hecho de que baje el número de periodistas que pierden la vida en zonas de guerra, mientras cada vez hay más asesinatos de periodistas en países en paz.

En 2016, el 58% de los periodistas asesinados murió en zonas de conflicto, mientras que, en la actualidad, la proporción de periodistas asesinados en zonas devastadas por la guerra en Oriente Medio (Siria, Yemen) o plagadas de conflictos de media o baja intensidad (Afganistán, Irak) se sitúa en el 32%. el 68% de los periodistas asesinados se encuentran en países en paz, en particular en México (8 asesinatos), India (4), Pakistán (4), Filipinas (3) y Honduras (3).

De la totalidad de periodistas asesinados en 2020, el 84% fueron señalados y eliminados de forma deliberada, frente al 63% de 2019. Algunos de estos crímenes han sido, según RSF, "especialmente atroces".

En este sentido, han recordado casos como el ocurrido en México, donde el periodista del diario El Mundo Julio Valdivia Rodríguez, fue encontrado decapitado en el estado de Veracruz; y su colega Víctor Fernando Álvarez Chávez, director del medio digital de información local Punto x Punto Noticias, fue cortado en pedazos en la ciudad de Acapulco.

En India, al periodista Rakesh Singh "Nirbhik", del diario Rashtriya Swaroop, lo quemaron vivo después de rociarlo con gel hidroalcohólico altamente inflamable, mientras que el periodista Isravel Moses, corresponsal de un canal de televisión en el estado de Tamil Nadu, fue asesinado a machetazos.

En Irán, Rouhollah Zam, administrador del canal Amadnews de Telegram y condenado a muerte tras un juicio injusto, fue ejecutado en la horca. En este país, y a pesar de que se sigue ajusticiando a sentenciados a muerte, hacía 30 años que no se sometía a un periodista al arcaico y bárbaro castigo de la pena capital.

La violencia no cesa contra los informadores

"La violencia del mundo sigue azotando a los periodistas", ha lamentado el secretario general de RSF, Christophe Deloire. "Una parte del público considera que los periodistas son víctimas de los riesgos de su oficio, pero cada vez sufren más ataques cuando investigan o informan sobre temas delicados. Lo que se ha debilitado es el derecho a la información, que es un derecho de todos los seres humanos".

Como en años anteriores, las coberturas más peligrosas siguen siendo las investigaciones sobre casos de corrupción local y malversación de fondos públicos (10 muertos en 2020), o sobre la mafia y el crimen organizado (4 muertos). Lo que sí es una novedad en 2020 es que 7 periodistas fueron asesinados mientras cubrían protestas.

En Irak, el modus operandi es siempre el mismo, según RSF: hombres armados no identificados disparan a la cabeza a los periodistas durante las manifestaciones. Así han sido asesinados tres reporteros, mientras que un cuarto murió en el Kurdistán mientras intentaba escapar de los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los manifestantes.

Asimismo, en Nigeria, dos periodistas han sido víctimas del clima de violencia en el que se desarrollan las protestas, que denuncian en particular la brutalidad de una unidad policial encargada de la lucha contra la delincuencia. En Colombia, un reportero de un medio comunitario fue asesinado a tiros mientras cubría una manifestación de comunidades indígenas que protestaban contra la privatización de tierras en su región. Igual que en otros casos, la manifestación fue violentamente dispersada por la policía, el ejército y las fuerzas antidisturbios.

En su Balance Anual 2020 de 'Periodistas Encarcelados, Secuestrados y Desaparecidos', publicado el 14 de diciembre, RSF contabilizó 387 periodistas presos por hacer su trabajo de información, una cifra en máximos históricos en lo que se refiere a periodistas encarcelados.

El año 2020 también se caracteriza por un aumento del 35% en el número de mujeres detenidas arbitrariamente, y porque cuando el virus comenzó a propagarse por todo el mundo, se cuadruplicó la cifra de detenciones. Asimismo, 14 periodistas detenidos en relación con su cobertura de la epidemia de Covid-19 permanecen en prisión en la actualidad.

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