Los ciudadanos han perdido la costumbre de acudir al quiosco para comprar el periódico. Cada año, son varios miles de personas las que abandonan este ritual diario y optan por informarse de la actualidad a través de la prensa digital. En noviembre de 2015, las seis principales cabeceras generalistas vendieron cada día, de media, 409.661 ejemplares. Un año después, ‘colocaron’ entre sus clientes 70.835 periódicos menos. Basta con multiplicar este número por 1,5 euros –o por 1,30 en el caso de La Vanguardia y El Periódico- y extrapolar el resultado a un mes y a un año para hacerse una idea del agujero que ha generado en las cuentas de los editores este último episodio de la crisis del papel.
Sólo en los últimos cinco años, la difusión de estos seis diarios generalistas ha descendido en 513.560 ejemplares diarios. El que más ha caído ha sido ABC (62%), seguido de El Mundo (60,3%), El País (50,69%), La Vanguardia (45,12%), La Razón (37,17%) y El Periódico de Catalunya (30,49%), según los datos registrados por la Oficina para la Justificación de la Difusión (OJD).
Un mero vistazo a los datos del sector de la prensa escrita sirve para cerciorarse de la magnitud de la crisis en la que está inmerso desde hace más de una década. En 2006, los editores recaudaron 1.800 millones de euros en concepto de inversión publicitaria. En 2011, 969,5 millones y, en 2016, esperan cerrar con unos ingresos en este concepto de 561 millones.
Hace cinco años, los periódicos digitales obtuvieron 386 millones de euros a través de los anunciantes, mientras que en 2016 conseguirán 540, según las previsiones de la consultora i2P.
Los ingresos de explotación de los socios de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) alcanzaron hace 5 años los 1.972 millones de euros, mientras que, en 2015, fueron de 1.468 millones, según detalla el Libro Blanco de la Prensa 2016, elaborado por esta propia colectividad y en el que se observa un preocupante descenso en ingresos publicitarios y venta de ejemplares.
Un estudio publicado recientemente por la agencia Carat –incluido en el Libro Blanco de AEDE- atestigua que la prensa en papel es actualmente el medio de referencia para el 4,5% de la población, por detrás de la televisión (32,6%), los periódicos digitales (21,2%), Facebook (9,6%), la radio (7,3%), Twitter (5,9%) y las aplicaciones de noticias para teléfonos móviles (5,7%).
Según CARAT, la prensa en papel es actualmente el medio de referencia para el 4,5% de la población, por detrás de la televisión (32,6%), los periódicos digitales (21,2%) y Facebook (9,6%).
La Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) –autora del EGM- precisa en uno de sus últimos informes que, en 2015, el 61% de los lectores de prensa diaria confiaba en que los periódicos en papel son el producto adecuado para mantenerse bien informados. En 2008, ese porcentaje era del 72%.
Es evidente que la crisis de la prensa no sólo ha golpeado a los diarios generalistas. También ha herido de consideración a los económicos. En 2011, Expansión registró una difusión media de 37.495 ejemplares diarios, frente a los 23.275 de noviembre de 2016. Cinco Días ha pasado en este período de ‘colocar’ 31.326 periódicos a 19.885; y El Economista, de 21.574 a 14.304.
Los periódicos deportivos también han sido víctimas de los múltiples movimientos de tierra que han dañado la estructura de este sector y que amenazan con derrumbarlo. Hace cinco años, Marca contaba con una difusión de 244.456 ejemplares diarios y As, con 198.758. Actualmente, disponen de 117.920 y 126.413 lectores diarios, de media.
La importancia de los diarios digitales ha ido in crescendo en este tiempo, hasta el punto de que, actualmente, 4 de los 10 periódicos más leídos son nativos de internet: The Huffington Post, El Español, El Confidencial y Eldiario.es. Entre todos, atrajeron en noviembre 25,2 millones de usuarios únicos, según Comscore.
Ahora bien, los dos diarios más consultados de internet son los más vendidos en papel: El Mundo y El País, con 15,1 y 15 millones de usuarios únicos mensuales, respectivamente. Este número se ha duplicado desde 2011, cuando 8,4 y 7,8 millones, respectivamente. La principal tarea a la que se enfrentarán sus editores durante los próximos años será la de conseguir que la facturación que obtienen a través de sus negocios digitales supere a la del periódico impreso, que todavía es mayor.
Pocas variables sirven para explicar mejor la crisis que atraviesa la prensa como el número de quioscos que existen en España. Hace cinco años, había 25.423 puntos de venta registrados, mientras que, en 2015, un total de 22.367. Una caída provocada por la imparable decadencia del papel.
Gráficas: Teresa García
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