La ampliación de capital que cerró Prisa hace unas semanas ha situado la participación de la familia Polanco en su mínimo histórico. Según los datos que han proporcionado recientemente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los descendientes del fundador de la compañía aglutinan el 7,6% de las acciones a través de Rucandio S.A., lo que le convierte en el cuarto accionista tras el fondo de inversión Amber Capital (29,57%), el banco HSBC (9%) y Telefónica (9,4%).
La multinacional de las telecomunicaciones, no obstante, no ha comunicado la posición en la que ha quedado tras esta operación, aunque recientemente detalló a Vozpópuli que no iba a suscribirla en su totalidad, dentro de su proyecto de abandonar esta editora de medios de comunicación en cuanto considere que ha rentabilizado su inversión inicial. Por tanto, su peso disminuirá en el accionariado.
Hay que recordar que esta ampliación de capital ha servido para adquirir el 25% de las participaciones de Santillana que estaban en manos del fondo Victoria Capital, dentro de una operación que ha ascendido a 312 millones de euros.
La posición de los Polanco ha descendido el 0,7% tras este movimiento y ha quedado fijada en el 7,6%, con un valor de alrededor de 70,5 millones de euros. Manuel Polanco se mantiene dentro del Consejo de Administración del grupo y ejerce de presidente no ejecutivo de Santillana, Prisa Noticias y Prisa Radio. Por su parte, Ignacio Polanco es presidente honorífico de la compañía. Sin embargo, su peso en la compañía ha menguado constantemente durante los últimos años, hasta el punto que actualmente se encuentran lejos de las funciones ejecutivas.
Diez años de caída
Este hecho es consecuencia de las fuertes dificultades financieras que ha vivido Prisa durante la última década, que derivan del alto endeudamiento que tenía el grupo en el momento en el que estalló la crisis económica, de la caída del negocio del papel y de los vaivenes del mercado publicitario, principalmente.
Todo esto ha obligado a que sus acreedores a capitalizar deuda y a plantear varias ampliaciones de capital que han dado entrada a grupos extranjeros -como el catarí International Media Group o el mexicano Herradura Occidente- y ha diluido la participación de sus fundadores.
Con el precio de su acción a la baja -ha caído más del 95% en una década-, los 'fondos buitre' también aparecieron y ganaron peso en su accionariado. De hecho, Amber Capital es actualmente su principal accionista y, con un 29,5% de los títulos en su poder, se encuentra al borde del límite legal para lanzar una OPA sobre la compañía.
Los datos de la CNMV muestran que la participación de los Polanco era en diciembre de 2007 del 63,91%, lo que les situaba como accionistas de referencia. Hace un lustro, en abril de 2014, ascendía al 24,84%. Actualmente, se encuentra en el nivel más bajo de su historia, después de que la familia haya perdido varias decenas de millones de euros debido a la devaluación de los títulos del grupo.
La SICAV familiar, Rucandio Inversiones -presidida por Ignacio Polanco-, contaba al final del segundo semestre de 2018 con un patrimonio de 32 millones de euros, frente a los 26 que acumulaba en 2017. Su 'holding' familiar, compuesto por varias sociedades, ha atravesado dificultades financieras durante los últimos años y, según publicó El Confidencial, en 2017 la banca refinanció adeudos por valor de 170 millones de euros y evitó su quiebra.
En Prisa, Rucandio S.A. se mantiene dentro del grupo de accionistas significativos junto con Amber Capital, HSBC, Telefónica, Santander (4,1%), Carlos Fernández González (4%), Grupo Herradura Occidente (5%), el fondo Melqart (3,2%) y los cataríes de International Media Group (6,3%), según los últimos datos de la CNMV.
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