Antonio Miguel Méndez Pozo, el primer constructor encarcelado por corrupción política en España, organizó este miércoles un multitudinario almuerzo para celebrar el 125 aniversario de Diario de Burgos, el periódico más influyente de su grupo mediático (Promecal) y una de las cabeceras que más ha utilizado para defender sus intereses empresariales. Entre quienes acudieron al “sencillo aniversario” de este “humilde periódico de provincias” –según definió el propio empresario, con impostada humildad- se encontraban la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la presidenta el Congreso, Ana Pastor, y los ministros Isabel García Tejerina y Rafael Catalá. Todos ellos, pertenecientes a un partido, el PP, que desde 2010 ha concedido 144 millones de euros a la televisión autonómica privada (RTVCYL) de este constructor a través de la Junta de Castilla y León, representada en el acto por su presidente, Juan Vicente Herrera, y por algunos de sus consejeros con más poder de decisión.
Según publicó El País, en 2014 el holding empresarial de la familia Méndez Pozo estaba conformado por 62 sociedades, de las que 50 se dedicaban a la construcción y a la promoción inmobiliaria; y 12 a la edición de medios de comunicación. Una de las joyas de la corona de su imperio mediático es Radiotelevisión Castilla y León (RTVCYL), una cadena autonómica privada a la que el Gobierno regional ha entregado varias decenas de millones de euros por ofrecer, “en régimen de gestión indirecta”, el servicio público de televisión digital terrestre.
Esta compañía está participada al 50% por Méndez Pozo y José Luis Ulibarri (imputado en Gürtel), quienes se declararon la guerra hace unos años, cuando sus intereses empresariales se cruzaron; y quienes firmaron una tregua, en 2009, para gestionar esta televisión.
Desde 2010, la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León ha concedido a este medio subvenciones por valor de 144,5 millones de euros. Según figura en la contabilidad presentada por RTVCYL en el Registro Mercantil, en 2010 y 2011 recibió 25 millones de euros por ejercicio, en 2012, 22,5 millones; y en 2013, 2014, 2015 y 2014, 18 millones por año.
Influencia en las altas esferas
Un mero vistazo a la lista de asistentes al almuerzo celebrado el miércoles sirve para comprobar la influencia que atesora Méndez Pozo dentro de las altas esferas del país. Como invitado de honor acudió el Rey Felipe VI, quien 10 años antes, como príncipe, también estuvo a su lado cuando inauguró la sede central del Grupo Promecal. En su discurso, sólo tuvo buenas palabras para el empresario, cuya imagen pública ha estado oscurecida durante los últimos 20 años por su paso por la cárcel, motivado por su relación con el conocido ‘Caso de la Construcción’, de la capital burgalesa.
Su condena a siete años de cárcel la emitió la Audiencia Provincial de Burgos en 1992 y su ingreso en prisión se produjo en 1994, después de que el Gobierno del PSOE se negara a indultarle y el Tribunal Constitucional rechazara su recurso de amparo. La Justicia probó que el entonces alcalde del PP, José María Peña, había prevaricado de forma continuada a la hora de repartir licencias municipales y que el principal beneficiario de sus corruptelas fue Méndez Pozo, conocido ya entonces por su influencia entre los populares burgaleses.
Méndez Pozo fue el primer constructor encarcelado por corrupción política.
La propia sentencia de la Audiencia Provincial lo acredita en uno de sus párrafos: "El señor Méndez Pozo, gracias a la confianza entre él y Peña, llegó a adquirir un gran protagonismo político, pues en 1987 estuvo presente y tuvo intervención activa en varios almuerzos y reuniones en las que se trataron las diferencias que enfrentaban a las distintas opciones de la derecha burgalesa, asumiendo en ellas el papel de mediador, a pesar de que acudía a instancias del señor Peña, lo que no le impidió llegar a adquirir la confianza del entonces presidente de la Junta de Castilla y León, don José María Aznar López, quien estuvo presente también en alguna de dichas reuniones, llegando a encargar al señor Méndez Pozo un trabajo sobre la construcción en Castilla y León".
Su estancia en la cárcel fue mucho más corta de lo esperado y a los nueve meses de su ingreso, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias le concedió el tercer grado. Sorprendido por la decisión, el portavoz de la Asociación de Promotores de la Construcción burgalesa -denunciante- afirmó entonces: "Habrán estimado que se ha curado ya de la enfermedad de la delincuencia".
La televisión privada de Méndez Pozo ha recibido en 2016 un total de 18 millones de euros de dinero público.
Su buena sintonía con el Partido Popular de Castilla y León no se deterioró durante ese tiempo. Al contrario, su influencia en la Administración autonómica se mantuvo intacta, en parte gracias al telón de acero que Méndez Pozo tejió con sus medios de comunicación, con el que se defendía de aquellos que intentaban perjudicar sus intereses empresariales. Fueran empresarios, políticos o movimientos sociales. Actualmente, es el dueño de Diario de Burgos, Diario de Ávila, Diario Palentino, El Día de Valladolid, El Día de Segovia, El Día de Soria y la Agencia ICAL, entre otros.
Las amistades socialistas
Al aniversario de Diario de Burgos también asistió Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, una comunidad autónoma donde Méndez Pozo también cuenta con algunos negocios y donde mantuvo una buena sintonía con el PSOE de José Bono, primero, y de José María Barreda, después. La cabecera de Promecal, La Tribuna, se publica actualmente en Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo.
Este empresario se encuentra entre la relación de inversores que participó en el proyecto El Reino de Don Quijote, un Eurovegas a escala que iba a erigirse en Ciudad Real y que nunca llegó a ponerse en marcha. Entre los socios de este complejo urbanístico, impulsado por la estadounidense Harrah’s Entertainment, se encontraban la inmobiliaria Gedeco Avantis (mayoritario), Caja Castilla-La Mancha y Domingo Díaz de Mera.
Al convite del miércoles también asistieron empresarios como el presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán; y periodistas y editores de medios como Antonio Fernández-Galiano (Unidad Editorial), Catalina Luca de Tena (ABC), José Antonio Vera (Agencia EFE), Luis María Ansón, Manuel Polanco (Prisa) o Juan Kindelán.
Un empresario “de provincias” con un grave escándalo de corrupción a sus espaldas, pero con profundos lazos con el mundo empresarial y político de la capital.
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