La guerra civil que vive la patronal de las televisiones comerciales españolas, UTECA, se ha cobrado este martes su primera víctima: José María Mas. El representante del canal de los Obispos en la asociación será apartado de sus funciones como vicepresidente en sustitución por el actual presidente de 13TV, Julián Velasco, un ejecutivo con una mejor consideración dentro del duopolio, según han confirmado fuentes internas. Este movimiento lo consideran como un "paso atrás" por parte de la Conferencia Episcopal dentro del conflicto de la TDT.
Los representantes del duopolio han hecho un llamamiento a la "calma" y a la "unión" durante la reunión, en cuyo orden del día sólo había un punto, titulado "consideraciones sobre la actual situación de la asociación". Al acto no ha acudido Blas Herrero, la cabeza más visible dentro de la asociación de los pequeños operadores del sector.
Con la sustitución de José María Mas por Julián Velasco, la Conferencia Episcopal retira de la batalla al hombre más beligerante en la batalla contra el duopolio -junto a Blas Herrero-, lo que ha sido interpretado entre los pequeños operadores como un gesto por parte de 13TV hacia las dos grandes compañías del mercado, con una importante influencia en la industria audiovisual, pero también en el panorama político y social español.
Velasco es una de las torres más altas dentro de los medios de comunicación de la Conferencia Episcopal, dirigidos desde hace varios años por Fernando Giménez Barriocanal, bien relacionado con Mediaset. Velasco fue designado el pasado marzo como presidente de 13TV para tratar de relanzar un canal que ha generado varias decenas de millones de euros en pérdidas a los Obispos desde su fundación, a principios de la actual década.
A partir de ahora, habrá que ver si mantiene la misma actitud combativa de Mas o si opta por una posición más prudente. En este sentido, miembros de la asociación de pequeños canales desconfían de la decisión de la Conferencia Episcopal, pues sospechan que ha decidido abandonar las armas. Ahora bien, estos informantes confirman que "la guerra seguirá" mientras Atresmedia y Mediaset mantengan los "privilegios" que -consideran- tienen desde que se produjeron las fusiones entre Antena 3 y La Sexta y Telecinco y Cuatro.
Guerra fría en la TDT
La batalla entre los pequeños y los grandes grupos de televisión comenzó varios meses atrás, cuando los pequeños canales fundaron una asociación y contrataron al despacho de Alberto Ruiz Gallardón para hacer lobby en su favor en diferentes despachos de la Administración. Ocurrió pocos meses después de que pidieran su entrada en UTECA, lo que generó malestar en el duopolio, dado que se interpretó como una forma de puentear a la patronal.
El conflicto se ha recrudecido durante las últimas semanas, dado que los pequeños operadores del mercado consideran que UTECA no ha atendido a sus reivindicaciones y han exigido una modificación del actual statu quo de la TDT que Atresmedia y Mediaset no están dispuestas a apoyar.
Lo que persiguen los pequeños operadores es que la empresa responsable de distribuir la señal de sus canales a todo el territorio, Cellnex, pase a sus clientes una factura que esté en consonancia con su dato de audiencia. Actualmente, cada canal de televisión –salvo los que emiten en HD- abona 5 millones de euros al año a esta compañía de telecomunicaciones. La Asociación Española de Televisiones Privadas Digitales Terrestres quiere que, a partir de ahora, se pague una cantidad fija de 1 millón de euros y una variable de 800.000 euros por cada punto de audiencia.
Eso supondría un incremento de la tarifa para Telecinco y Antena 3; y una reducción del coste al que hacen frente los canales minoritarios, entre los que se encuentran el de Blas Herrero (DKiss), el de la Conferencia Episcopal Española (Trece), el del Real Madrid (Real Madrid TV), los de Vocento, los de Unidad Editorial y el de Secuoya (TEN). Esta última, por cierto, no pertenece a la asociación.
Los canales minoritarios también quieren que UTECA presione al Gobierno para que limite la emisión de publicidad a los canales mayoritarios. Actualmente, pueden ofrecer 12 minutos de anuncios por hora, pero los pequeños operadores pretenden que sólo estén autorizados para dar 6. “De esta forma, se verían obligados a subir los precios y nos llegaría más publicidad a nosotros”, incide un portavoz de la Asociación.