Prisa se deshizo en octubre de 2020 del negocio español de Santillana para poder afrontar sus deudas con los acreedores. Sin embargo, mantuvo dentro de su perímetro toda la actividad editorial de Latinoamérica, que cayó durante la pandemia, pero que fue y es la más importante del grupo. Su auténtico motor, que actualmente genera el 54,4% de sus ingresos y el 74,4 de su resultado operativo EBITDA.
Así se desprende del último informe anual de cuentas de la compañía -presentado recientemente a los inversores-, en el que se puede apreciar que el peso de Santillana dentro de Prisa ha incrementado en el último año, dado que en 2022 su actividad representaba el 52,6% de la facturación y el 70% del EBITDA.
Todo ello, dentro de un ejercicio en el que la cifra de negocio de las diferentes áreas de Prisa creció, pero en el que la empresa perdió 33 millones de euros, el 150% más que el año anterior, algo que se explica en la hiperinflación de Argentina y en el aumento del coste de la deuda. De hecho, los tipos de interés y otros costes asociados tuvieron un impacto en la contabilidad de Prisa de 70 millones de euros durante el pasado ejercicio.
Los ingresos de Santillana
El área de Educación generó en 2023 un total de 515,2 millones de euros, es decir, el 15,2% más que el año anterior. Su aportación al resultado operativo total fue de 134,8 millones (+39,9%). Los ingresos procedentes de las suscripciones fueron su principal fuente de ingresos en Latinoamérica, donde mercados como Brasil mejoraron sus resultados y ayudaron a compensar la caída de un gran mercado como el argentino, que estuvo afectado por una fuerte crisis económica.
Prisa divide la facturación de Santillana en dos patas: la privada (negocio de suscripción y negocio didáctico), por la que ingresó 330 millones de euros (+7,7%) y la pública, en la que obtuvo 181,4 millones (+34,9%). La progresiva vuelta a las aulas de los diferentes países de la región durante los últimos dos años ha ayudado a mejorar ostensiblemente el resultado de este área de actividad, que se resintió especialmente ante las restricciones que se decidieron tras la llevada de la pandemia de covid-19.
El área de medios de comunicación (Prisa Media) también mejoró sus resultados y registró unos ingresos que fueron el 6,9% superiores a los de 2022 (431,6 millones en 2023) y un EBITDA que creció el 5,7% (hasta los 50,5 millones).
Prisa facturó 325,1 millones de euros en concepto de publicidad -no desgrana cuál fue pública y cuál de empresas-, lo que supuso una mejora del 5%. Sus ingresos de circulación de ejemplares aumentaron el 3,4%, hasta los 55,6 millones de euros.
Poca relevancia de los ingresos por suscripciones
Aquí llama la atención el aumento del 28,3% de los ingresos asociados a las suscripciones, principalmente, las de los muros de pago de sus diarios. En 2023, ascendieron a 18,3 millones, frente a los 14,2 de 2022. La cantidad no es muy significativa dentro de su balance, si se tiene en cuenta que a finales de 2023 contabilizaba 315.000 suscriptores, de los cuales 88.000 se incorporaron durante el último año.
Sea como sea, el principal foco de preocupación de Prisa está en su deuda financiera, que a finales de 2023 era de 767 millones de euros, frente a los 856 del mismo período del año anterior. Este descenso se explica, principalmente, en el uso para amortizar adeudos de 110 millones de euros que procedían del programa de bonos convertibles obligatoriamente en acciones, lanzado por la editora de 'El País' a principios de 2023, y suscrito mayoritariamente por sus socios.
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