El año pasado se desató una tormenta perfecta en el Grupo Prisa. Todo comenzó cuando la covid-19 comenzó a extenderse por Asia y Europa y eso provocó una oleada de pánico en los mercados. Sólo en marzo de 2020, la acción de la propietaria de El País y la Cadena SER perdió el 55% de su valor. Entre medias, su refinanciación seguía sin cerrarse, la venta de su negocio en Portugal se había complicado y sus ingresos por facturación publicitaria y venta de ejemplares en los quioscos habían caído de forma considerable como consecuencia del estado de alarma.
Durante ese ejercicio, Prisa recurrió a Santander para obtener el oxígeno que necesitaban dos de sus negocios clave: la radio y Santillana. Este último, responsable entonces de más de la mitad de sus ingresos y de alrededor del 80% de su resultado operativo EBITDA.
Según reconoce el grupo en su último informe anual de cuentas, Santander le concedió un ‘préstamo ICO’ por un valor de 18 millones de euros para afrontar estas dificultades.
Hay que recordar que tras la declaración del primer estado de alarma, el Ejecutivo activó varias líneas de avales “para facilitar el mantenimiento del empleo y paliar los efectos económicos de la crisis sanitaria”.
Estas garantías se otorgaron "a la financiación concedida por las entidades financieras para facilitar acceso al crédito y liquidez a empresas y autónomos para hacer frente al impacto económico y social de la covid-19”, tal y como anunció en ese momento.
Se da la circunstancia de que Santander fue, a la vez, prestamista y socio del Grupo Prisa, puesto que la entidad financiera conserva el 4,1% del capital de la compañía.
Se da la circunstancia de que Santander fue, a la vez, prestamista y socio del Grupo Prisa, puesto que la entidad financiera conserva el 4,1% del capital de la compañía.
Santander es, por otra parte, uno de los acreedores del grupo, como se reconoce en el informe anual de cuentas, en el que también se apunta a que entre el banco cántabro y HSBC habían concedido préstamos por 242 millones de euros a Prisa “en el marco de su refinanciación”.
Operaciones de relevancia
Mucho han cambiado las cosas en Prisa desde estos primeros días de estado de alarma, en los que la estabilidad de la compañía se vio afectada. Unos meses después, anunció la venta de Media Capital (Portugal), así como la refinanciación de su deuda, lo que suavizaba su calendario de pagos.
El pasado octubre, hizo oficial el traspaso a la empresa finlandesa Sanoma de sus activos de Santillana en España, que se valoraron en 465 millones de euros. Y, antes del final del año, en una Junta Extraordinaria de Accionistas, la alianza entre Amber Capital y Telefónica provocó la destitución de Javier Monzón como presidente del grupo.
Su sustituto es Joseph Oughourlian, quien pilotará el proceso de división de los activos del grupo en dos unidades de negocio: por un lado, Santillana Latinoamérica; y, por otro, Prisa Media (Radio y Noticias). Como socio industrial dentro de este proceso estará Vivendi, que entró el pasado enero en el grupo con el 10% de las acciones.
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