Las televisiones privadas han aprovechado la cercanía de los próximos comicios del 26-J para lanzar un mensaje a los partidos con opciones de gobernar en la próxima legislatura: devolver la publicidad a los canales de TVE sería una idea nefasta. Estas empresas, que absorbieron los ingresos que el ente público dejó de percibir en 2010, cuando José Luis Rodríguez Zapatero decidió eliminar los anuncios de su parrilla, han sacado las uñas y han avisado al próximo inquilino del Palacio de la Moncloa de que, si decidiera revertir esta decisión, todo el sector saldría perjudicado. Todos, claro, menos los anunciantes, que se beneficiarían de una lógica caída de precios en la TDT provocada por la presencia de un nuevo competidor con un 17% de la audiencia.
La vuelta de la publicidad a TVE es un tema recurrente dentro del sector audiovisual. Desde que fue suprimida, han sido varias las voces que han exigido al Ejecutivo que devuelva los anuncios al ente, al considerar que la actual situación duopolística es perjudicial para "las empresas anunciantes, la sociedad y la buena marcha de la economía, al propio tiempo que aboca a RTVE al deterioro de sus contenidos y, con el tiempo, a la desaparición por falta de audiencia".
El propio presidente de la corporación, José Antonio Sánchez, ha reclamado en reiteradas ocasiones un cambio en el modelo de financiación de este medio de comunicación que contemple nuevas vías de ingresos y, de este modo, se reduzca su dependencia de los Presupuestos Generales del Estado. Pero, de momento, sus lamentos no han encontrado respuesta por parte de los legisladores.
Las televisiones privadas han pedido a TVE que "revise su modelo de gestión" y reduzca su enorme gasto
El presidente de Mediaset España y cabeza visible de la patronal de las televisiones privadas, Alejando Echevarría, ha asegurado, a este respecto, que los graves problemas económicos de TVE no se solucionarían volviéndole a someter a las "servidumbres del mercado publicitario", ya que, con su escasa audiencia actual, su recaudación en este concepto sería mucho menor que hace seis años y se agravaría su déficit. "Mal que les pese a algunos, los números muestran que una eventual vuelta de la financiación a través de la publicidad en la televisión pública estatal, supondría una distorsión del mercado publicitario, con perjuicio a los operadores privados".
Desde su punto de vista, la solución para hacer que la corporación sea sostenible pasaría porque se revise su modelo de gestión y por reducir su partida de gastos, que incluye enormes desembolsos como el de 380 millones de euros anuales que destina para pagar a sus 6.400 trabajadores. Como prueba de que la venta de espacios publicitarios no solucionaría las urgencias económicas de TVE pone el ejemplo de las cadenas autonómicas, que en su mayoría son deficitarias pese a ofrecer anuncios en su parrilla de programación.
Un agujero que se ha agrandado con los años
Cabe recordar que Radiotelevisión Española se nutre principalmente de tres fuentes de financiación: los Presupuestos Generales del Estado; los patrocinios de programas culturales y deportivos; y las aportaciones que realizan las empresas de la TDT y las 'telecos' sobre el total de su facturación. Durante los primeros años de vigencia de este modelo, la corporación contuvo sus pérdidas e incluso cerró 2011 en superávit. Pero cuando el Ejecutivo de Mariano Rajoy tuvo que meter la tijera al gasto público, en 2012, decidió reducir su aportación a la televisión pública -entre otras muchas-, lo que agravó considerablemente sus números rojos. De hecho, desde ese año acumula pérdidas de 400 millones de euros.
Desde 2012, RTVE acumula unas pérdidas de 400 millones de euros
En este tiempo, no se ha realizado ningún esfuerzo decidido por reimplantar la publicidad en TVE, pese a que desde la corporación han traslado a Moncloa alguna propuesta para ampliar sus ingresos por la vía de los patrocinios o para volver a recaudar dinero por introducir anuncios en sus canales. Sobre este último tema, sus responsables sugirieron al Gobierno la conveniencia de cambiar la ley para permitir a la corporación emitir hasta 5 minutos por hora de spots publicitarios, salvo en horario de máxima audiencia, algo que le permitiría recaudar 100 millones de euros anuales.
¿Por qué no ha aceptado el Ejecutivo esta propuesta? Varias fuentes del sector de la TDT coinciden en afirmar que este plan no ha prosperado debido a que, si lo hiciera, las cadenas privadas iniciarían una batalla judicial para tratar de eludir el pago de la tasa audiovisual que abonan cada año para mantener a la pública. Esta decisión implicaría, además, un coste político, toda vez que las televisiones podrían recrudecer sus ataques contra el Ejecutivo al sentirse menoscabadas.
Pese a que el Gobierno no efectuó ningún cambio en el modelo de financiación de RTVE durante la anterior legislatura, amagó con devolver los anuncios a sus canales a finales de 2014, cuando el Partido Popular presentó una proposición no de ley ante la Mesa del Congreso en la que pedía que se tomara esta decisión. Entre las empresas del sector, dieron poco crédito a esta propuesta y la tomaron como una simple amenaza, dentro del contexto de guerra que libraban ambas partes.
El vicepresidente de Atresmedia, Maurizio Carlotti ha coincidido con Echevarría al asegurar que el retorno de los anuncios a las cadenas públicas no generaría ningún beneficio dentro del sector. Sobre los anunciantes, confesó no compartir sus quejas, toda vez que la publicidad en España se contrata más barata que en el resto de los países de Europa.
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