El repunte que experimentó la editorial Santillana durante el primer trimestre de 2017 fue clave para que su propietario, el Grupo Prisa, lograra unos beneficios de 21,9 millones de euros en este periodo (+69,3%). Los ingresos de la compañía de Juan Luis Cebrián aumentaron el 11,7%, mientras facturación de su división de radio mejoró sensiblemente (+1,8%) y la de su área de prensa –afectada por la grave crisis del sector- se hundió un 12%.
La editora de El País obtuvo estos resultados en un trimestre que estuvo marcado por el enfrentamiento existente entre sus accionistas, divididos entre los partidarios de Cebrián y sus detractores, que pretenden arrebatarle la presidencia de la compañía. En medio de esta guerra entre socios, se mantuvo activo el proceso de venta de Santillana (valorada en 2.000 millones de euros), aunque Prisa no ofreció ninguna información sobre el estado de esta operación.
Según los datos proporcionados este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), esta editorial le reportó a Prisa unos ingresos de 215,6 millones de euros durante los tres primeros meses del año (+28,1), en los que consiguió un resultado de explotación EBITDA de 81,6 millones (+56,2%).
La división de educación generó el 59% de la facturación del grupo durante este periodo, lo que permite hacerse una idea del impacto que generaría su venta.
Mal rumbo de la prensa
La buena marcha de Santillana contrasta con el empeoramiento de los resultados de su división de prensa (El País, As, Cinco Días), cuyos ingresos se desplomaron el 12%, pese a la mejora de la facturación por la publicidad en internet. “El incremento de la publicidad digital no compensa la caída de la publicidad tradicional y la circulación”, expone Prisa.
Por otra parte, pese al nuevo descenso de audiencia que sufrió la Cadena SER durante el primer trimestre del año, el área de radio del holding de los Polanco mejoró su resultado de explotación EBITDA el 7,3%. Su facturación total aumentó el 1,8% en un inicio de 2017 en el que la publicidad en la SER creció el 8% en cadena nacional y el 6% en local con respecto al año pasado.
Lo que sigue siendo preocupante es la situación financiera de la compañía, dado que su deuda se sitúa en 1.481 millones de euros y apenas si ha descendido en 5 millones durante el último año.
Antes del final de 2018, el equipo de directivos liderado por Cebrián deberá encontrar la fórmula para poder hacer frente a un vencimiento de 965 millones de euros, que adeuda principalmente a la banca acreedora y, a la vez, accionista del grupo. Las esperanzas, en este sentido, están puestas en la venta de Santillana, pero la falta de noticias al respecto ha generado cierto nerviosismo entre algunos de los socios, han precisado fuentes internas.
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