Medios

El temor a Roures condiciona el proceso de venta del Grupo Zeta

Los acreedores mantienen las presiones sobre los Asensio para que completen la venta del grupo, que se ha demorado durante varios meses. Entre los interesados, se encuentra Moll (Editorial Prensa Ibérica), aunque otras compañías de prensa no descartan entrar en la operación. La posibilidad de que Jaume Roures se quede el negocio genera inquietud entre los interesados...

El proceso de venta del Grupo Zeta sigue vivo, después de varios meses en los que la familia Asensio ha tratado de alcanzar un acuerdo para deshacerse de la compañía de medios de comunicación. Su resolución no está siendo sencilla, entre otras cosas, por la elevada deuda que tiene el grupo, por la complicada situación de sus periódicos, y por las estrecheces económicas que padecen una gran parte de las empresas del sector de la prensa. El grupo que ha jugado un papel más activo en las últimas semanas ha sido Editorial Prensa Ibérica, de Javier Moll, aunque, de momento, ha sido imposible consumar un acuerdo. En la retaguardia espera Henneo, de la familia Yarza, que no se ha descartado para esta operación.

Una de las preocupaciones de los interesados es que Jaume Roures -que preguntó por el grupo desde el momento en el que se puso a la venta- presente una oferta que sus competidores no puedan igualar. En este sentido, cabe recordar que el Ejecutivo de Mariano Rajoy maniobró para tratar de evitar que el dueño de Mediapro se hiciera con la titularidad de El Periódico de Catalunya, el más vendido en los quioscos de esta comunidad autónoma, de ahí que tantearan a grupos como Vocento.

Por otra parte, no es ningún secreto que una parte de los socialistas desconfía del empresario catalán, quien posee el diario Público -afín a Podemos- y quien ha sido relacionado con los partidos independentistas. Fuentes cercanas a Roures han declinado hacer comentarios al respecto de su interés en el Grupo Zeta.

Para Vocento, la entrada en Cataluña hubiera sido una opción interesante, pues le hubiera reafirmado como líder del sector de la prensa regional. Para los partidos constitucionalistas, hubiera sido una buena noticia, puesto que le hubiera asegurado un aliado -ahora lo es- en el conflicto soberanista. Sin embargo, las elevadas pretensiones de los vendedores y la situación patrimonial de Zeta hicieron que la compañía vasca descartara este movimiento de expansión.

Fuentes conocedoras de las negociaciones han destacado que Caixabank -acreedor junto con Santander, Sabadell y el Instituto Catalán de Finanzas- llegó a mostrar su intención de aceptar una quita del 70% de la deuda de la compañía, que en 2016 ascendía a casi 100 millones de euros. Sin embargo, Moll consideró que, aun así, la operación no era viable.

Desde los acreedores, han trasladado en varias ocasiones a los gestores de Zeta, durante los últimos meses, su malestar por la falta de avance de la operación, que se debe, en parte, a las condiciones que han planteado a los interesados. No hay que olvidar que en la última década la banca ha accedido a refinanciar en varias ocasiones la deuda del grupo, ante sus dificultades para afrontar sus compromisos financieros. Sin embargo, estas moratorias no han servido para aliviar sus urgencias, ante el mal rumbo del negocio.

Un mal 2017

Según detalló Dircomfidencial, el Grupo Zeta perdió en 2017 un total de 20 millones de euros, que en su informe anual de cuentas atribuye al efecto contable negativo que generó la venta de Ediciones B a Penguin Random House. También tuvo que ver en este dato el descenso de sus ingresos, que fue del 8,5%.

Esta compañía está conformada actualmente por varias cabeceras, como son El Periódico de Catalunya, Sport, El Periódico Mediterráneo, El Periódico de Aragón, El Periódico de Extremadura, La Crónica de Badajoz y La Grada. También explota varias revistas (Woman, Cuore, Rumore, Viajar, Stilo o Primera Línea) y cuenta con una división dedicada a invertir en startups. Hace unas semanas, presentó su nueva publicación económica, dirigida por Agustina Barbaresi y destinada a un público de perfil joven.

No hay que olvidar que la auditora Deloitte recomendó a sus gestores -en un informe realizado en 2017, antes de la refinanciación- explorar posibles fusiones con competidores como Prisa, Godó y Vocento, ante sus dificultades para sobrevivir en solitario en un mercado en el que existe una “clara necesidad” de concentraciones. El favorito en la puja es, de momento, Javier Moll, aunque la opción de Henneo y la sombra de Roures, de momento, no se pueden descartar, según fuentes conocedoras de la negociación.

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