Mientras Javier Tebas y Luis Rubiales pelean por sus diferencias en lo que respecta a la explotación de los derechos audiovisuales de la liga, se mantienen humeantes los rescoldos de la anterior 'guerra del fútbol', que fue la que enfrentó a Mediapro y a Prisa, dirigidas entonces por Jaume Roures y Juan Luis Cebrián. Recientemente, la empresa Audiovisual Sport (AVS) ha depositado en el registro mercantil las cuentas correspondientes al ejercicio 2018, en las que figura un déficit de 51 millones de euros que es consecuencia directa de este conflicto.
Cabe recordar que Audiovisual Sport se creó hace 22 años para articular la compra y la emisión de los partidos del fútbol profesional en España. Actualmente, está dominada por el Grupo Prisa (80%), cuyas cuentas han sufrido el efecto de la sentencia judicial que condenó a AVS a pagar 51 millones de euros a Mediapro en concepto de daños y perjuicios.
El origen de estos litigios se encuentra en 2006, cuando AVS, Sogecable, TV3 (que hoy tiene el 20% de AVS) y Mediapro llegaron a un acuerdo para ofrecer los partidos correspondientes a las temporadas 2006/2007 y posteriores.
El problema es que -a juicio del resto de los operadores- Mediapro incumplió de forma reiterada las condiciones que estaban recogidas en el contrato
Según recoge AVS en sus cuentas, el objetivo de este pacto fue “mantener el modelo de explotación del fútbol televisado, que había permitido (…) la emisión desde 1997 de todos los partidos de liga de una forma pacífica, estable y ordenada”.
El problema es que -a juicio del resto de los operadores- Mediapro incumplió de forma reiterada las condiciones que estaban recogidas en el contrato, lo que les llevó a recurrir a los tribunales. El proceso terminó en el Tribunal Supremo e incluso llevó a la compañía demandada a declarar el concurso de acreedores para cumplir las exigencias económicas de la medida cautelar adoptada por el juez.
El antes y después de la sentencia del Supremo
En 2015, el Alto Tribunal quitó la razón a Prisa, lo que libró a Mediapro de abonarle más de 300 millones de euros en concepto de indemnización. Poco después de que se conociera esta sentencia, Jaume Roures anunció que demandaría a la editora de El País para solicitarle una compensación en concepto de “daños y perjuicios”, al considerar que la citada medida cautelar que tuvo que aceptar como consecuencia de la 'guerra del fútbol' había ocasionado un importante impacto económico negativo en su negocio.
El juzgado de primera instancia desestimó esta medida en 2017, pero la Audiencia Provincial de Madrid se pronunció en el sentido contrario hace unos meses. AVS presentó el pasado mayo dos escritos de aclaración del auto judicial, que le obliga a pagar 51 millones de euros a la contraparte. Una vez sean resueltos, sopesará si presentar un recurso extraordinario, según avanza en sus cuentas.
Hay que aclarar que este frente no es el único que mantienen estas empresas como consecuencia de sus diferencias en los negocios alrededor del 'deporte rey'. De hecho, AVS mantiene una demanda contra Mediapro, también millonaria (85 millones), por los daños derivados del incumplimiento del contrato que firmaron en 2006.
Es decir, esta batalla todavía no se ha resuelto definitivamente y amenaza con alargarse, al menos, unos cuantos meses más.
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