La última reunión del Consejo de Administración de Radiotelevisión Española se celebró 'a medias'. A las 19.30 horas, su presidente, José Manuel Pérez Tornero, levantó la sesión porque había confirmado su presencia en Moncloa a las 21.30, cuando se emitió la entrevista entre Carlos Franganillo y Pedro Sánchez. Los consejeros fueron convocados para el 7 de marzo para deliberar sobre el resto de los puntos del orden del día. No obstante, el más importante quedó resuelto: el despido de la directora general de contenidos, Amalia Martínez de Velasco.
La destitución -adelantada por ECD- no fue apoyada por cuatro consejeros, que ya habían expresado en anteriores ocasiones su disconformidad con la gestión del presidente. Son Concepción Cascajosa y Elena Sánchez, designadas por el PSOE; y Roberto Lakidaín y José Manuel Martín Medem, nombrados a propuesta de Unidas Podemos, tal y como explican las fuentes de este órgano consultadas por Vozpópuli.
Siempre que sucede un cese de estas características surgen varias versiones sobre sus motivos. El máximo responsable de la corporación atribuyó el cese al rendimiento 'insuficiente' de la directiva. La afectada había transmitido en las anteriores semanas a algunos consejeros su impotencia porque el Comité de Dirección de RTVE había rechazado varias de las propuestas de parrilla de programación para La 1 que había presentado desde que fue contratada, hace menos de un año.
RTVE y el jefe de Informativos
Los malos resultados de la televisión pública han provocado que los rumores se amontonen en sus pasillos, pues algo no va bien y se esperan cambios para tratar de que la situación mejore. Porque La 1 no ha sido hasta el momento capaz de aprovechar la crisis de Telecinco -ha perdido 1,7 puntos de audiencia en un año-, sino más bien todo lo contrario. La primera cadena ha batido su peor registro histórico en los últimos tres meses y el grupo (la suma de todos sus canales) lo ha hecho en los últimos seis.
En varios de los días clave de la crisis del Partido Popular y, posteriormente, tras el inicio de la invasión de Ucrania, La Sexta ha terminado el día por delante de la televisión pública, lo que ofrece una idea sobre la dimensión de la crisis de la corporación.
En este contexto, el presidente fue preguntado durante la reunión del Consejo sobre los rumores que apuntan a que el director de los contenidos informativos de RTVE, Esteve Crespo, pudiera abandonar próximamente su cargo, ante la presión que implica el ejercicio de ese puesto. Pérez Tornero no lo desmintió, detallan estos informantes.
El cambio tendría impacto, pues supondría dejar con un vacío provisional otra de las grandes áreas estratégicas de la corporación tan sólo un año después de la designación del nuevo presidente y de su Consejo de Administración, que fue posible tras el acuerdo parlamentario alcanzado por PP, PSOE, Podemos y el PNV para repartirse los asientos del órgano de gobierno.
Débil equilibrio en el Consejo
La situación que se vive en el Partido Popular también siembra incertidumbre en RTVE. Los tres consejeros nombrados a iniciativa de la formación política han mantenido su apoyo a Pérez Tornero durante los últimos meses, atendiendo al espíritu de consenso que motivó su nombramiento. Pero la marcha de Teodoro García Egea y el posible cambio de estrategia en Génova podría alterar el statu quo de un Consejo que ya está dividido.
A la crisis de audiencia también se suma la incertidumbre económica. RTVE anunció hace unas semanas que cerrará el balance de 2021 con un beneficio provisional de 46 millones de euros. Ahora bien, existe un pleito millonario con Hacienda que está por resolver. Es el que tiene que ver con la posibilidad de las televisiones públicas de desgravarse el IVA de su actividad, al igual que hacían hasta que la Agencia Tributaria cambió de criterio hace unos años. Otras empresas de similares características lo han ganado, pero el caso de la corporación todavía no está resuelto.
También se vive en la corporación a expensas del texto de la Ley General Audiovisual, que se ha tramitado durante los últimos meses y que elimina la obligación de las compañías de telecomunicaciones de financiar RTVE. Todavía es una incógnita el modo en el que la nueva norma compensará a la corporación por las decenas de millones que dejará de ingresar de las 'telecos'.
En principio, se establecerá la obligación de que las plataformas como Netflix contribuyan en este sentido, pero su facturación en España es escasa y, por tanto, el montante de la 'tasa' que pagarían para sostener la radio-televisión pública no sería muy relevante.
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