Miles de españoles, entre ellos quien esto escribe, esperaban frente al televisor, incautos ellos, que el Canal 24 horas de Radiotelevisión Española (RTVE) emitiera en vivo y en directo la dimisión del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Sin embargo, ese deseo de asistir a un momento histórico no se ha convertido en realidad -"Me buscarás. Entonces / ¿Qué ha de decir un muerto?", decía Cernuda- porque alguien, quizás su cabeza ruede en breve, ha cometido un flagrante error que, por el momento, no tiene explicación lógica.
Los nervios se disparaban entre los espectadores. Estaba claro que el anuncio iba a ser relevante. En el canal de RTVE, varios presentadores aparecían en la pantalla y no paraban de repetir la misma frase: "Estamos muy atentos y muy pendientes a la comparecencia del ministro de Justicia". El concepto "estar atento" supone, por lo visto, algo distinto a lo que hasta ahora se creía. O, peor incluso, quizás estaban "muy atentos" a otra cuestión. El caso es que una periodista de la cadena pública ha anunciado que "la comparecencia se retrasa unos minutos" cuando en otras televisiones se estaba emitiendo en directo.
Por ejemplo, Antena 3 ha emitido en directo la esperadísima rueda de prensa de Gallardón. Lo mismo ha ocurrido en La Sexta. Hasta el programa Sálvame ha conectado con la comparecencia del todavía ministro en la sede del Departamento de Justicia. Pero en la radiotelevisión pública no ha sido posible, como ya se ha dicho. Minutos después, la lógica ha vuelto, por fin, al canal 24 horas, donde han podido verse todas las preguntas a las que ha contestado el dimisionario.
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