RTVE debe ajustar su enorme estructura y adoptar un modelo de financiación más estable y lógico si quiere ser competitiva en un mercado audiovisual dominado por Atresmedia y Mediaset, en el que las ‘telecos’ han invertido cientos de millones en sus plataformas de pago y en el que empresas como Netflix o HBO pelean por incrementar su protagonismo en España. Éstas son las principales conclusiones que extrae la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) en su último informe de evaluación de la gestión de Radiotelevisión Española, en el que valora la labor realizada por los actuales gestores en un escenario muy complejo, pero en el que apremia al Ejecutivo a realizar cambios en profundidad en la corporación para frenar su decadencia.
El informe, al que ha tenido acceso Vozpópuli, pone el acento especialmente sobre el modelo de financiación por el que se rige RTVE, implantado en 2010 con José Luis Rodríguez Zapatero en el Gobierno, y cuya modificación considera "imprescindible" por ser "rígido, inestable y poco operativo", expone.
La SEPI destaca la "estabilidad" que consiguió la corporación en 2015 dentro de un entorno económico hostil y de un sector cada vez más complejo. Esto le permitió reducir su déficit desde los 133 hasta los 37,8 millones de euros, algo que atribuye a razones externas -Hacienda perdonó 78 millones de euros de IVA-, pero también a la buena gestión realizada por sus directivos.
Dicho esto, en el apartado de conclusiones de este informe incide en la necesidad de que se apliquen cambios en el terreno económico para evitar su hundimiento. "La corporación debe actuar en vista de la tendencia decreciente de su audiencia", expone.
¿De dónde recibe dinero RTVE?
Cabe recordar que, desde que el PSOE eliminó la publicidad de RTVE, la televisión pública se sostiene fundamentalmente a través de las aportaciones de fuentes de financiación externas. La partida que recibió en 2015 de los Presupuestos Generales del Estado fue de 297,5 millones de euros, un 2,5% superior a la de 2014, pero muy inferior a la de 544 millones que ingresó en 2011, lo que, evidentemente, ha condicionado su actividad y ha sido clave en el empeoramiento de su dato de audiencia.
La tasa que pagaron los operadores de telecomunicaciones y de televisión ascendió en ese ejercicio a 183,8 millones de euros. Es decir, fue 87,9 millones inferior a lo que se presupuestó. Ese mismo año, RTVE percibió 330 millones de euros procedentes de la conocida como "tasa radioeléctrica".
RTVE dedicó en 2015 un total de 388 millones de euros para pagar a su personal, es decir, 104 millones más que a los programas para sus cadenas
La suma de estas tres fuentes de ingresos -y de los patrocinios y las liquidaciones complementarias, de un importe muy inferior- da como resultado un presupuesto casi un 25% menor al de 1.200 millones de euros que la ley que rige RTVE estimaba que debía recibir anualmente la corporación para poder competir en igualdad de condiciones con las televisiones privadas.
Desde que Cristóbal Montoro recortó en 2012 el presupuesto de una gran parte de las empresas públicas para ajustarse al objetivo de déficit, la televisión pública se ha visto obligada a trabajar en una economía de guerra. La audiencia que registraron sus canales en enero de ese ejercicio, hace cuatro años, fue del 21,1%. El mes pasado fue del 16%. Una clara consecuencia de este recorte, justificado por el recrudecimiento de la crisis.
Ajustar su estructura a la nueva realidad
El análisis realizado por la SEPI también deja claro que la morfología de RTVE es anticuada y debe ser modificada para que la corporación pueda ser competitiva en el mercado actual. "La estructura operativa de CRTVE, heredada del ente público, resulta ya claramente desajustada en comparación no ya con los operadores tradicionales de televisión en abierto, que pese a su rentabilidad están quedando obsoletos, sino también muy especialmente con los nuevos actores".
Esta misma sugerencia la han expresado las televisiones privadas, sus principales competidoras, cada vez que se ha sugerido la idea de devolver la publicidad en RTVE para mejorar sus cuentas, pues, en su opinión, su problema de déficit no es consecuencia de un gasto en programas desmedido, sino del enorme porcentaje de su presupuesto que invierte en pagar los sueldos de sus trabajadores.
Sólo en 2015, RTVE invirtió 388 millones de euros en este concepto, es decir, 11 más que en 2014 y 16,3 más de lo presupuestado. Del total, 306 millones se pagaron en concepto de masa salarial, 79,4 en abonos a la Seguridad Social, 325.000 euros en remuneraciones de horas extra, 602.000 euros en indemnizaciones y 88.000 euros en dietas de los miembros de su Consejo de Administración.
Su plantilla está conformada por 6.277 trabajadores, lo que representa aproximadamente el doble que la suma de los empleados de Atresmedia y Mediaset. De este número, 5.852 lo hacen con condición de personal fijo y 425 como eventuales.
La SEPI deja claro en su informe que, en su opinión, sería necesario abordar "un Plan Estratégico o Plan de Futuro de la CRTVE" que contemple todos los retos que se observan en el horizonte de RTVE y trate de dar solución a los problemas de una televisión pública que en los últimos años ha perdido terreno de forma preocupante con respecto a las televisiones privadas.
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