Televisión Española cerrará el ejercicio 2014 con un déficit que podría alcanzar los 100 millones de euros. Estos números rojos parecen haber sido obviados por sus gestores al tomar la decisión de crear una nueva figura contractual para la corporación: la de directivo con contrato indefinido. Este derecho está contemplado en una insólita norma que permite que los miembros de su cúpula reciban una indemnización al ser destituidos, algo habitual cuando se cambia de presidente y que se prevé que incremente aún más la partida de gastos del ente público.
Esta propuesta ha generado un intenso debate en el Consejo de Administración de la corporación antes de su aprobación, según fuentes de este órgano consultadas por Vozpópuli. ¿Por qué? Básicamente, porque una parte de sus miembros no consideraba necesario blindar a sus máximos responsables, a sabiendas de que cada vez que se produce un cambio de presidente una buena parte de ellos son cesados de su cargo.
Estos informadores se preguntan por el coste que supondría para las arcas públicas el que en 2016 se produjera una transición en Moncloa y, por tanto, un más que presumible relevo de José Antonio Sánchez y de su equipo directivo al frente de RTVE, si todos ellos tuvieran contrato indefinido. “Cada vez que se elige presidente, éste nombra a sus directivos. Hasta ahora, si no ratificaba a alguno de los que procedían del mandato anterior, al mes se rescindía su contrato automáticamente". Esta cláusula es habitual que se ejecute, por lo que la nueva normativa implicaría el pago de indemnizaciones a varias personas en un caso así, concretan.
El Ministerio de Hacienda denegó a RTVE el crédito extraordinario de 133 millones que necesitaba para cuadrar sus cuentas
Las mismas fuentes del Consejo de Administración han precisado que esta norma no impide que un solo directivo perciba hasta tres sueldos diferentes de la corporación. Citan el caso de un periodista al que se contrate, en calidad de directivo, para dirigir y presentar un programa. “Entonces, cobraría como presentador, director y directivo”. No importa que este último cargo no esté asociado a ninguna función, pues la norma “no lo restringe”.
¿Una economía de guerra?
Cabe recordar que el Ministerio de Hacienda denegó hace unas semanas a RTVE una solicitud de crédito extraordinario con la que pretendía compensar el déficit de 133 millones de euros que presentaban sus cuentas de 2014. Esa cifra se maquillará en los próximas semanas con el ajuste de las diferentes partidas presupuestarias, pero el agujero estimado que dejará Televisión Española será de unos 100 millones de euros.
Una de las medidas que anunció José Antonio Sánchez tras su investidura, el pasado otoño, fue la de reducir el número de directivos en la casa con el objetivo de aligerar la partida de costes laborales. Por eso, la figura del directivo con contrato indefinido ni se ha entendido, ni ha caído bien. Es más, ni tan siquiera ha contado con unanimidad de votos entre los consejeros afines al PP, pues una de ellos ha votado en contra de su aprobación.
En un momento en el que el Ministerio de Hacienda, la Intervención General de la Administración del Estado y el Tribunal de Cuentas han conminado a TVE a restringir al máximo sus contrataciones; y cuando su propio Consejo de Administración ha resuelto que todas estos contratos pasen su filtro, en lo posible, "resulta difícil entender que se proponga y salga adelante esta medida, que incrementará el gasto", destaca otro miembro de este órgano de decisión.
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