Todo, por un tuit. Lo escribió recientemente la periodista Anna Bosch a raíz de una publicación periodística que cuestionaba el proyecto de 'La gran consulta', es decir, el que pretende conocer la opinión de los españoles acerca de RTVE -lo que es y lo que debería ser- y que ha implicado la organización de varias actividades en distintas ciudades, a las que ha llegado un camión que se convierte en plató de televisión.
Según fuentes cercanas al presidente de la corporación, el artículo incluye datos falsos y conclusiones erróneas, pero, pese a todo, motivó la reacción de Bosch en Twitter, que fue crítica con el equipo directivo de RTVE, dado que supuestamente -la corporación lo niega- habría desviado fondos del canal RTVE Playz -impulsado en su día por Fran Llorente, hoy directivo de Prisa- para la citada consulta popular.
A la vista de la reacción de esta periodista, José Manuel Pérez Tornero llamó a su despacho a la redactora del mensaje. El Consejo de Informativos de TVE -que ha dado amparo a Bosch- afirma que para reprochar el tono del mensaje. Las fuentes cercanas al presidente inciden en que sólo le transmitió la idea de que las puertas de su despacho están siempre abiertas. También le habló del efecto de este tipo de críticas.
Las versiones sobre lo que sucedió en ese despacho son contrapuestas, por lo que es difícil saber qué ocurrió exactamente en esa reunión. Pero la realidad es que un mero tuit ha vuelto a prender la mecha en Torrespaña, donde las sensibilidades políticas y profesionales siempre se encuentran a flor de piel. Entre otras cosas, porque los cambios en Moncloa han provocado históricamente ascensos y descensos en el organigrama, con las consiguientes rencillas.
Consejo de Administración de urgencia
A la vista de estos sucesos, uno de los dos consejeros designados por Unidas Podemos para su cargo, José Manuel Martín Medem, ha contactado este martes con el presidente de la corporación para avisarle de su deseo de que el órgano de gobierno de RTVE aborde esta polémica, que considera como un ataque a la libertad de expresión de la periodista.
En el mensaje -según ha podido saber Vozpópuli-, el vocal hablaba de la necesidad de que esta reunión se celebre de forma "extraordinaria y urgente"; y recordaba a Pérez Tornero que, en caso de que se niegue a realizarla, la mayoría de los consejeros podrían solicitar su celebración.
Esta última opción es difícil que se materialice, dado que varios consejeros apuestan por abordar este tema en la sesión que se celebrará durante los últimos días de mayo. Ahora bien, desde el entorno de los consejeros de Podemos critican el intento de censura a la libertad de expresión de Bosch por parte del presidente, que en el encuentro estuvo acompañado de Alfonso Morales, el secretario general del Consejo de la corporación.
Un Consejo dividido
No es, ni mucho menos, la primera vez que se manifiestan las diferencias entre los vocales de este órgano. De hecho, Martín Medem, Roberto Lakidain -los dos nombrados a iniciativa de Podemos-, Elena Sánchez y Concepción Cascajosa -designadas por el PSOE- se han opuesto en el Consejo a varias de las propuestas que ha puesto sobre la mesa el presidente, así como a algunas de las decisiones que ha planteado. Algunas fuentes de este órgano hablan de una pérdida de confianza irreparable entre estos consejeros y el máximo responsable de la corporación.
De momento, Pérez Tornero ha podido sacar adelante sus proyectos gracias al voto favorable de los tres consejeros nombrados por el Partido Popular. Ahora bien, el cambio de inquilino en la presidencia del partido conservador podría provocar que estos apoyos se debiliten en los próximos tiempos. De momento, votaron en contra del nombramiento de José Pablo López como director de contenidos.
Hay que tener en cuenta que el Congreso de los Diputados convocó un concurso público en 2018 para elegir al 'alto mando' de la corporación. Se presentaron casi 100 candidatos, se evaluó sus currículums y sus proyectos de gestión; y se les otorgó una nota, en función de sus méritos y capacidades. A finales de 2020, PSOE, PP, Podemos y el PNV pactaron para elegir a los vocales que mejor representaban sus intereses. Es decir, no respetaron el resultado del concurso, lo que ha provocado que este órgano esté muy politizado.
Esto, junto a las rencillas 'de siempre' de Torrespaña -apunta una fuente del Consejo- hacen que la estabilidad de RTVE dependa muchas veces de que la mecha prenda... o no.
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