Las confrontaciones por cuestiones ideológicas han sido habituales en la historia de Radiotelevisión Española. Corría el año 2013 cuando una de sus directivas envió un correo, por error, al Consejo de Informativos que incluía una serie de nombres. A todos, en conjunto, los apodaba "el comando Rubalcaba" por su presunta cercanía al PSOE. Un año y medio después, la remitente encontró una soga con un nudo del ahorcado encima de su mesa.
En agosto de 2018, tras la llegada de Rosa María Mateo al puesto de mando de RTVE, se produjeron diversas destituciones de cargos de la anterior etapa, que habían sido designados con el Partido Popular en Moncloa. Desde esta formación política, calificaron aquello de "purga ideológica".
El pasado martes, los sindicatos del Comité Intercentros de Radiotelevisión Española se reunieron con la presidenta provisional de la corporación, Elena Sánchez, y volvieron a sonar voces que clamaron contra la existencia de una presunta lista negra, elaborada por Comisiones Obreras.
Así lo han denunciado UGT y el Sindicato Independiente en un comunicado y así lo ha confirmado USO, en conversación de uno de sus portavoces con este periódico. Según destacan, en ese encuentro se pusieron sobre la mesa varios nombres que, por cuestiones ideológicas, no deberían formar parte del organigrama de la corporación ni ejercer puestos de responsabilidad.
Entre ellos, se encuentran Ignacio García Mostazo -en La hora de La 1 y anteriormente director general de Medios del Gobierno de la Comunidad de Madrid-, Elena Sánchez Pérez -exjefa de prensa de Ana Botella y de Eduardo Zaplana-, Yolanda Ferrer, Luis Javier Alcalá, Pepa Sastre o María Eizaguirre. Esta última, actual directora de Comunicación y una de las principales artífices del éxito del Benidorm Fest.
Los nombres fueron pronunciados en la reunión por la representante de CCOO. Desde USO, ironizaban este miércoles al respecto de este señalamiento. "Es como poner a cinco periodistas la estrella de David" en la solapa.
Este periódico ha contactado con dos representantes del citado sindicato, pero no ha logrado conversar con ellos.
RTVE politizada
Sea como sea, estos movimientos atestiguan que la politización no sólo afecta al alto mando de la corporación, sino que también se extiende a los despachos de los cargos intermedios y a algunas de las mesas de sus redacciones.
Hay que recordar que, para renovar su Consejo de Administración, se organizó un concurso público en 2018 que, sobre el papel, persiguió la despolitización de este órgano. En el proceso, participaron cien candidatos y se creó un Comité de Expertos para evaluar sus currículos y los proyectos de gestión que presentaron dentro del proceso.
En febrero de 2020, PSOE, PP, Unidas Podemos y el PNV alcanzaron un pacto para designar a consejeros afines, sin tener en cuenta las puntuaciones del concurso de méritos. Eso ha provocado -según han denunciado los propios consejeros- que los intereses partidistas hayan condicionado determinadas decisiones de este órgano.
La propia Elena Sánchez -presidenta provisional de la corporación- fue designada por el PSOE para sustituir al dimitido José Manuel Pérez Tornero, en una maniobra que la mayoría de los sindicatos del Comité Intercentros interpretaron como un movimiento político que permitirá a Moncloa estrechar el cerco sobre RTVE.
Mientras se producen estos movimientos, los españoles muestran cada vez más desapego con la corporación. En ocho de los diez primeros meses de 2022, La 1 logró su peor audiencia histórica.
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