Sería osado el afirmar que la política no interesa, pero, desde luego, la expectación que concita es mucho menor a la de hace unos años, cuando surgió la nueva política y la curiosidad sobre los partidos incipientes se inyectó en los ciudadanos. Hace 4 años, Antonio García Ferreras lograba el 14,2% de la cuota de pantalla con su programa especial de las elecciones andaluzas. Ayer, obtuvo el 8,5%. Todo dicho. Su resultado volvió a ser mejor que el de La 1, que en 2018 fracasó con un 8,5% de share (así lo definieron todos los medios) y que ayer consiguió el 7,3%, según los datos de Kantar Media.
Queda lejos aquella noche en la que Pablo Iglesias declaró la “alerta antifascista” tras comprobar que el proceso de decadencia de su partido se había acelerado y que Vox había obtenido más apoyo del esperado en las urnas. Son tres años y medio en los que Podemos ha caído hasta convertirse en un partido residual en Andalucia y en los que el interés de los televidentes por la política ha descendido.
En ese diciembre de 2018, ningún directivo de la televisión nacional se atrevería a programar un culebrón en horario de máxima audiencia. Hoy, son habituales. Gustan a una parte de los espectadores y, además (y sobre todo, mejor dicho), son baratos. Mucho más económicos que la ficción nacional y que el directo. En la noche en la que Juan Manuel Moreno ganó con claridad las elecciones, la serie turca ‘Infiel’ cosechó el 13,7% de share.
La ganadora de la noche fue Telecinco, que consiguió con Supervivientes el 15,3% de la cuota mientras se emitían los programas especiales de política (de 22.15 a 00.42) y que logró una media total del 17,1%. Se puede decir que a los espectadores les sedujo más la idea de ver a un grupo de famosos bronceados y famélicos en Honduras que la cita política más relevante de los últimos meses.
Son momentos del día diferentes y audiencias distintas (por la noche es mucho mayor), pero los especiales electorales ni siquiera alcanzaron la audiencia de Parque Jurásico 3 en Cuatro (10,1%) por la tarde. Ni la de la misa de La 2, que en uno de los peores domingos de los últimos tiempos logró el 8,7%. Fue menos que su media, pero más que Ferreras y La 1 por la noche, en términos porcentuales.
