Un año después de culminara la primera gran reorganización de la TDT, motivada por la necesidad de liberar una parte del espectro radioeléctrico para que las empresas de telecomunicaciones desplieguen sus servicios de internet de alta velocidad (4G), el Ministerio de Industria ha confirmado que antes de 2020 habrá que volver a cambiar de posición una buena parte de las cadenas de la televisión en abierto. Este proyecto se conoce desde hace varios años, pero el departamento dirigido por José Manuel Soria no atendió a sus requerimientos cuando en 2014 sentó las bases de la TDT actual, lo que obligará a 'resintonizar' 150 canales nacionales y autonómicos en los próximos años. Esto implicará otra inversión millonaria cuyos fondos saldrán de las arcas públicas.
El Gobierno convocó en octubre de 2014 un plan de subvenciones de 280 millones de euros para sufragar una parte del coste que debieron afrontar los consumidores para adaptar sus antenas de televisión a lo que se denominó como el primer dividendo digital. Durante ese proceso, que en España se completó con retraso con respecto a los plazos que había marcado la Unión Europea, se cambió la posición en la TDT de diversas cadenas para ceder a las 'telecos' la parte del espectro radioeléctrico comprendida entre los 790 y los 862 MHz. Dado que la necesidad de internet de banda ancha es creciente en la sociedad, la UE ha acordado que antes de 2020 se debe dejar libre la franja que va desde los 694 hasta los 790 MHz, en la que actualmente emiten 150 canales. Es decir, aproximadamente el 25% del total.
El Gobierno deberá reordenar el 25% de los canales de la TDT después de gastar 280 millones de euros en el primer dividendo digital
No se puede decir que el Ministerio de Industria no era consciente de la inminencia este segundo dividendo digital cuando decidió dejar estos canales en esta última franja, puesto que expertos y autoridades de todo el mundo han debatido sobre este tema durante años y se daba por supuesto que la UE lo pondría en marcha tras la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2015. De hecho, el propio Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre, aprobado en septiembre de 2014, reconocía que, a partir de la celebración de este foro, los países deberán iniciar el segundo dividendo digital.
"Esta circunstancia debe de ser tomada en consideración en la planificación de canales radioeléctricos para la liberación del dividendo digital, evitando con ello, en la medida de lo posible, la utilización de nuevos canales en esta banda de frecuencias", concreta el texto, curiosamente, tan sólo unas líneas antes de fijar la posición de varias decenas de cadenas de televisión en la banda que abarca desde los 694 hasta los 790 MHz. Es decir, la que dejará de destinarse a la TDT en 2020.
Para evaluar la magnitud de este próximo cambio, se puede tomar como ejemplo la Comunidad de Madrid, en la que los usuarios de la TDT deberán adaptar sus equipos para recibir varios canales de Televisión Española (La 1, La 2, Canal 24 Horas y Clan), la mayoría de los de Atresmedia (Antena 3, Antena 3 HD, La Sexta, La Sexta HD, Neox y Nova) y una buena parte de los de Mediaset (Telecinco, Telecinco HD, Cuatro, Cuatro HD, FDF y Divinity), además de la televisión autonómica.
El Parlamento Europeo, al acecho
A principios de febrero, el Parlamento Europeo aprobó una decisión (2016/0027) con la que marcó el camino que deben seguir los Estados miembros sobre este tema. Entre sus objetivos, se encuentra el de evitar negligencias como las que se cometieron en España con el primer dividendo digital que, entre otras cosas, obligaron a indemnizar a los operadores de telecomunicaciones por entregarles con retraso la franja del espectro radioeléctrico que estaban facultados para utilizar desde el 1 de enero de 2015.
Sólo en Madrid, habrá que mover varios canales de TVE, la televisión autonómica y la mayoría de los de Atresmedia y Mediaset
Entre las consideraciones que incluye este expediente se encuentra la que solicita a los Estados que tracen un plan que contemple los tiempos que se van a seguir en este segundo dividendo para no perjudicar a las empresas de los sectores audiovisual, a las 'telecos' y a los consumidores. "Las hojas de ruta abordarán las actividades y el calendario para la reprogramación de frecuencias, la evolución técnica de los equipos de red (...) los regímenes de autorización existentes y nuevos e información sobre la posibilidad de ofrecer una compensación por los costes de la migración (...), a fin de evitar los costes para los usuarios finales", precisa.
La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones ha recibido 570.000 euros de los Presupuestos Generales del Estado para iniciar este segundo proceso en 2016, aunque la sensación dentro del sector de los medios de comunicación es que la situación de inestabilidad política de España provocará un retraso en la puesta en marcha de este plan. En cualquier caso, en 2020 se sabrá si España ha aprendido de sus errores o si ha vuelto a cometer los mismos en los que incurrió en el primer dividendo digital, que le costaron varios millones de euros en indemnizaciones.
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