El Grupo Godó se encuentra a expensas de una decisión del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) para abandonar su proyecto televisivo de 8TV, con una audiencia residual en esta comunidad autónoma (0,7%) y el cual le ha generado pérdidas de casi 45 millones de euros durante la última década.
El propietario de La Vanguardia y RAC1 anunciaba hace unos días un acuerdo con la empresa OC 2022 S.L., propiedad del empresario de origen italiano Nicola Pedrazzoli, para transferir la titularidad de su canal de televisión, en una operación que, según Economía Digital, rondará los diez millones de euros.
Fuentes cercanas al CAC inciden en que el asunto todavía no se ha puesto sobre la mesa y que corresponde a su presidente, Roger Loppacher (convergente), la decisión sobre los tiempos que seguirá su tramitación. En este sentido, hay que aclarar que, como autoridad audiovisual, este organismo debe cerciorarse de que el proyecto presentado por el comprador se ajusta al uso que debe darse a la licencia de emisión.
Órgano independentista
No hay que olvidar que el CAC es el encargado de convocar los concursos de frecuencias de televisión y radio en Cataluña, así como de adjudicar y retirar las licencias a los operadores del sector. Actualmente, este órgano está controlado por la Generalitat, dado que los consejeros independentistas cuentan con una mayoría de voto en el órgano plenario.
Su renovación está pendiente de la formación de Gobierno en Cataluña y del acuerdo de los grupos políticos. Una vez suceda eso, el Partido Popular perderá el puesto en el Consejo, en el que estarán representados los partidos independentistas y el PSC, en principio.
La decisión sobre 8TV podría tomarse en el corto plazo, con el actual Consejo, o tras su renovación. A partir de ahí, está por ver si los partidos secesionistas torpedearán la venta, toda vez que Pedrazzoli explota una televisión –Teve.cat- mucho más cercana al constitucionalismo que TV3.
Sea como sea, los mismos informantes consideran difícil que esta operación se paralice, entre otras cosas, porque el CAC ha permitido anteriormente otros movimientos con esta licencia, como el que implicó, hace un lustro, la entrada de Mediaset en el negocio (con el 40% de la sociedad Emissions Digitals de Catalunya S.A.) o su posterior venta.
Godó se ‘librará’ de un activo que le ha generado cuantiosas pérdidas en los últimos años y que ha mantenido con un perfil bajo desde que Josep Cuní abandonó 8TV en junio de 2017.
Godó se ‘librará’ de un activo que le ha generado cuantiosas pérdidas en los últimos años y que ha mantenido con un perfil bajo desde que Josep Cuní abandonó 8TV en junio de 2017.
En 2019, esta televisión le generó un déficit de 523.407 euros; en 2018, de 3,9 millones; en 2017, de 6,1; en 2016, de 6,5; y en 2015, de otros 6,5, según figura en el Registro Mercantil. Sólo en 2008 logró cerrar en números negros, de 84.851 euros.
Desde el Grupo Godó han declinado hacer más comentarios sobre esta operación, si bien han confirmado que está pendiente de la autorización del CAC.
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