La patronal de las televisiones privadas, UTECA, se enfrentó el pasado marzo al acontecimiento más traumático de sus dos décadas de historia. Fue la marcha de Mediaset, que decidió dar un portazo a la organización por su descontento con su labor durante los últimos tiempos, condicionada por una larga batalla interna entre los pequeños operadores -encabezados por Blas Herrero- y los dueños de Antena 3 y Telecinco. Sus miembros decidieron entonces tomarse unas semanas de reflexión para decidir sobre el futuro de la asociación y sobre la conveniencia de mantenerla en funcionamiento, disolverla o refundarla. Este jueves, se ha apostado por la tercera opción en una reunión en la que han acordado poner fin a las hostilidades.
Desde que Mediaset enviara a UTECA la carta en la que renunciaba a su puesto en la asociación -el 14 de marzo-, el presidente de este lobby, Eduardo Olano, ha recurrido a la diplomacia para intentar apagar el fuego interno, que se desató hace dos años después de que se conformara la Asociación de Pequeños Operadores de la TDT y comenzara a hacer presión para intentar conseguir un mayor porcentaje de la 'tarta publicitaria', acaparada en un 85% por Atresmedia y Mediaset.
Entre las personas con las que contactó Olano se encuentra Blas Herrero, conocido empresario, dueño de Kiss FM y del canal DKiss, a quien trasladó la necesidad de rebajar la tensión dentro de la patronal, un órgano que durante las últimas dos décadas ha servido, entre otras cosas, para trasladar a los sucesivos gobiernos las reivindicaciones de las televisiones privadas.
En esos contactos, acordaron que los pequeños operadores -entre los que están DKiss, Unidad Editorial y el Real Madrid- podrían mantener su asociación en paralelo a UTECA, algo que había generado una fuerte polémica -y una amenaza de expulsión- desde 2017.
Cambio del sistema de voto
Las tres fuentes de UTECA consultadas por Vozpópuli coinciden en señalar que los servicios jurídicos de la asociación analizarán en los próximos días el texto de los nuevos estatutos, en los que, entre otras cosas, se cambiará el sistema de voto que se ha utilizado durante los últimos años. Hasta ahora, el peso de cada miembro de la patronal en la Junta Directiva dependía de su número de canales (Mediaset 7, Atresmedia 6, Unidad Editorial y Vocento, 2 cada uno, etc.).
Eso se modificará en los próximos días y ya se barajan nuevas fórmulas, como la que pasa por conceder a cada grupo un peso que esté en relación con la cuota de pantalla de sus cadenas, según han detallado las fuentes de UTECA consultadas por Vozpópuli.
También habrá que definir cuáles serán las aportaciones económicas anuales que realizará cada miembro de la organización. Hasta ahora, se calculaban en función de la facturación de cada grupo y en los últimos años, Mediaset era el que realizaba una mayor contribución al presupuesto.
Cabe recordar que su último ejercicio facturó 922 millones de euros por publicidad. Por su parte, Atresmedia logró, 862 millones, Net TV (Vocento), 52,9 millones; Veo TV (Unidad Editorial), 44,3, DKiss (Blas Herrero), 14,9; Trece (Conferencia Episcopal), 10,4; y Ten, 6,6. El farolillo rojo lo ocupó Real Madrid TV, quien dobló su cifra de negocio, con respecto al año anterior, pero que sólo logró 1,9 millones de euros.
El expediente de Competencia
En paralelo a esta decisión, en las próximas semanas se producirá otra que podría alterar el statu quo de las televisiones comerciales. Será la resolución por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) del expediente sancionador que mantiene abierto contra Atresmedia y Mediaset por sus supuestas prácticas encaminadas a acaparar la mayor parte de la inversión publicitaria.
Desde el pasado enero hasta hace unos días, ambos grupos han intentado evitar una multa millonaria mediante una 'terminación convencional' del expediente. Es decir, una especie pacto con la CNMC por el que se ofrecían a adoptar una serie de medidas para garantizar la libre competencia de este mercado.
Sin embargo, la Dirección de Competencia de la CNMC rechazó recientemente esa posibilidad, lo que podría derivar en una multa de varias decenas de millones de euros si el Consejo del regulador determina que las prácticas que han realizado Atresmedia y Mediaset fueron "muy graves".
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