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Temor en RTVE a que la situación de Rosa María Mateo se enquiste hasta 2020

La dificultad para alcanzar pactos parlamentarios y resolver el concurso público que está pendiente mantienen en vilo a RTVE, cuyo horizonte se mantiene nublado. Su audiencia mejora sensiblemente, pero es todavía muy inferior a la de las televisiones privadas

Entre las incógnitas que deberán despejarse en la primera etapa de esta legislatura se encuentra la relativa al futuro de Radiotelevisión Española, una empresa pública que está gobernada de forma provisional por Rosa María Mateo y que está a expensas de un gran pacto político que no parece sencillo, a tenor de los resultados de las elecciones generales, tal y como coinciden las fuentes internas y políticas consultadas por Vozpópuli.

La sustitución de Mateo depende de la resolución del concurso público que servirá para elegir al presidente de RTVE para los próximos seis años, el cual se reiniciará una vez se constituyan las Cortes Generales y la Comisión Mixta para el control de la televisión pública. Sin embargo, son varias las cuestiones que se plantean con respecto a este procedimiento y que dificultarán su desarrollo.

Cabe recordar que los grupos parlamentarios seleccionaron el pasado verano a un 'comité de expertos' que debía encargarse de evaluar a los 100 candidatos que se presentaron al concurso. Pues bien, la resolución de esta 'comisión' ha sido impugnada por una veintena de los aspirantes, que han acusado a los examinadores de vulnerar el reglamento del concurso, de otorgarles una puntuación inferior a la que les correspondía e incluso -en el caso del candidato Alfonso Díez- de prevaricar.

Los letrados del Congreso invirtieron los últimos meses de la anterior legislatura en intentar neutralizar estos recursos y desbrozar el camino para continuar con el procedimiento; y, de hecho, llegaron a presentar un informe a los grupos parlamentarios con sus conclusiones al respecto. A principios de abril, además, los servicios jurídicos del Parlamento afirmaron que el concurso podrá reanudarse en cuanto los diputados y senadores tomen posesión de su acta; y que no ha lugar a suspenderlo, salvo que las Cámaras decidan cambiar las normas.

En este sentido, hay que incidir en que el programa electoral de Ciudadanos apuesta por reforzar el procedimiento de concurso "para evitar bloqueos políticos interesados" y asegurar que el Consejo de Administración esté formado por "profesionales expertos e independientes". Esto podría abrir la puerta a comenzar el proceso desde cero. De hecho, según El Economista, hay grupos políticos que estarían dispuestos a plantear este punto, lo que podría retrasar la elección del presidente para los próximos años.

La sustitución de Mateo depende de la resolución del concurso público que servirá para elegir al presidente de RTVE para los próximos seis años.

Es importante tener en cuenta que el Congreso y el Senado deberán elegir a 10 consejeros para RTVE de la lista de 20 candidatos que les proporcionó hace unos meses el Comité de Expertos. Los vocales deberán pasar un trámite parlamentario y ser elegidos en primera ronda con el respaldo de 2/3 de los diputados y senadores; o con mayoría absoluta en una segunda votación. La fragmentación parlamentaria obliga a que los grupos políticos alcancen consensos al respecto, algo que no fue fácil en la anterior legislatura.

Problemas en Torrespaña

Mientras esta situación se resuelve -y no será fácil, dado que hay candidatos que amenazan con acudir a los tribunales-, Rosa María Mateo se mantiene como administradora única provisional de RTVE. El pasado febrero, aseguró que dimitirá de su puesto en cuanto haya un nuevo Gobierno, lo que plantea la cuestión de si aguantará hasta que se resuelva el concurso público; o si se irá en cuanto se constituya el nuevo Consejo de Ministros y habrá que buscar un nuevo gestor provisional. Algunos sindicatos con fuerza en la corporación han pedido que Mateo sea sustituida por un gestor con un perfil 'profesional' en cuanto sea posible.

Ciertamente, la situación de Mateo no será cómoda en esta última etapa. La relación con algunos miembros de su equipo de confianza se ha deteriorado ostensiblemente durante los últimos tiempos, hasta el punto que pesos pesados en la corporación, como Fran Llorente han marcado distancias con la administradora única.

Uno de los puntos de máxima tensión se alcanzó durante la pasada Semana Santa, cuando Rosa María Mateo accedió a contra-programar el debate de Atresmedia para ayudar al PSOE en su propósito de debatir con Albert Rivera, Pablo Casado y Pablo Iglesias tan sólo en RTVE. Esto motivó duras críticas desde los consejos de informativos y desde una parte de su equipo de confianza. Incluso el moderador del debate, Xabier Fortes, expresó en público su rechazo a la concesión de Mateo.

Por si esto fuera poco, la audiencia no acompaña. Es cierto que en abril mejoró ligeramente, pero La 1 cerró el mes con el 9,4% de la cuota de pantalla, muy alejada de las principales televisiones privadas, Telecinco y Antena 3.

El share que logró el debate de RTVE fue menor que la del que organizó Atresmedia; y durante la noche electoral, Antonio García Ferreras (20,7%) superó claramente a la televisión pública (11,5%). No obstante, sindicatos como UGT han valorado la calidad técnica y periodística de estos programas, lo que se tradujo en una mejora de la audiencia con respecto a los comicios del 26 de julio de 2016 (10,3%).

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