Las radios y televisiones autonómicas españolas no atraviesan, ni mucho menos, el mejor momento de su historia en lo que respecta a sus resultados de audiencia, salvo casos excepcionales como el de Aragón TV. Esto ha provocado un acentuado descenso de sus ingresos publicitarios durante los últimos años, lo que, unido a los recortes presupuestarios que sufrieron a partir de 2010, ha impactado sobre la calidad de sus parrillas de programación.
A todo esto se une que los costes fijos de las más grandes (TV3, EiTB, TVG, RTVA) son elevados. Es decir, se ha generado una tormenta perfecta que ha empeorado las perspectivas de futuro de estas empresas públicas.
Barlovento Comunicación -con datos de Kantar Media- ha difundido recientemente los datos de seguimiento de estos 'servicios públicos de comunicación' durante los últimos meses, en los que se aprecia que los canales autonómicos han aumentado su audiencia en 0,2 puntos (2%) durante 2021. La televisión canaria (TVCAN) es la que más ha mejorado (1,8 puntos), impulsada por el interés suscitado por la erupción volcán de La Palma. Aragón TV es la segunda con un resultado más alto, al ganar 1,2 puntos.
En el extremo contrario se sitúa TV3, que ha perdido 0,6 puntos, pese a ser la televisión autonómica más vista. También ha caído la audiencia en este año de Canal Extremadura (0,5) y de Telemadrid (0,2).
El coste de las televisiones autonómicas
Desde el punto de vista económico, la televisión que más presupuesto invirtió por cada punto de audiencia fue la valenciana (À Punt), ideada por Ximo Puig tras llegar al Gobierno autonómico y la cual contó con un total de 68 millones de euros en 2021. Su audiencia fue muy baja, de 3,4 puntos. Es decir, cada punto de audiencia le costó 20 millones de euros. Número redondo.
La siguiente más costosa, en este sentido, fue la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), con 18,1 millones, seguida de la andaluza con 14,4; la madrileña, con 12,4 y la del País Vasco, con 11,2 millones. Este dato se obtiene a partir de la suma de audiencia de todos los canales y sin tener en cuenta lo destinado a la radio, que en todos los casos es una cantidad muy inferior a la que recibe la televisión.
La televisión gallega (TVG) invirtió 9,9 millones de euros para conseguir cada punto de audiencia, frente a los 5,3 de la aragonesa, los 7,1 de la canaria, los 2,5 de la asturiana -la más barata en este sentido-, los 5,4 de la extremeña y los 7,2 de la balear (IB3).
Hay dos casos excepcionales, como son la televisión de Murcia, que obtuvo 4,5 puntos de audiencia en 2021, de media, y que gestiona Secuoya mediante un contrato adjudicado por el Gobierno autonómico, en el que se calcula un presupuesto anual hasta 2026 de 13,1 millones de euros al año. Este contrato se ha renovado en varias ocasiones durante los últimos tiempos. El pasado agosto se prorrogó a razón de 900.000 euros mensuales.
Por otro lado, en Castilla y León son dos empresas, pertenecientes a los constructores José Luis Ulibarri y Antonio Miguel Méndez Pozo, las que gestionan el servicio autonómico de radio y televisión, para el que obtuvieron en 2021 una partida de 20 millones de euros por parte del Ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco.
La audiencia media de sus canales (La 7 y La 8) fue del 3,6% y el coste por cada punto, de 5,5 millones de euros.
Un año más, la televisión autonómica más 'cara' fue la CCMA catalana, cuyo presupuesto ascendió a 297,6 millones de euros. En 2022, alcanzará los 300 millones de euros.
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