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TVE en caída libre: su audiencia amenaza con desplomarse tras otro mordisco al presupuesto para programas

La audiencia de La 1 se ha desplomado hasta el 9,7%. En 2016, con seis competidores más en la TDT, TVE tendrá menos dinero disponible para configurar su parrilla. En la casa se espera un descenso sin precedentes de la cuota de pantalla.

TVE hace tiempo que dejó de ser el medio de comunicación de referencia de los españoles para informarse o entretenerse. La televisión pública sufre la mayor crisis de audiencia de su historia a consecuencia del drástico recorte de su presupuesto que ha tenido lugar durante los últimos años y de las malas decisiones que se han tomado desde sus despachos. Y no parece que esta depresión vaya a concluir en 2016, pues los responsables de configurar su programación contarán con bastante menos dinero para producir o comprar nuevos espacios. Todo ello, en un año en el que se incorporarán a la Televisión Digital Terrestre (TDT) seis nuevos canales.

El Consejo de Administración de la corporación aprobó el miércoles el borrador con el presupuesto de la televisión pública para 2016 -de cuyos términos informó Vozpópuli un día antes-, que será un 2,7% superior que el del ejercicio actual, pero que incluirá algunos gastos extraordinarios que inevitablemente repercutirán en la calidad de la programación. Es cierto que la partida de aprovisionamientos aumentará desde los 292 hasta los 330 millones de euros el próximo año. Pero esta subida ni siquiera compensará el desembolso que será necesario realizar para adquirir los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

La compra de los derechos audiovisuales de este evento a la compañía Discovery ascenderá a algo menos de 60 millones de euros, según las previsiones de los directivos de la corporación. Es decir, una cantidad bastante mayor de lo que se incrementará dicha partida presupuestaria.

La audiencia de La 1 ni siquiera ha llegado al 10% durante los últimos meses

Esto generará aún más estrecheces para comprar productos competitivos con los que rellenar la parrilla de La 1, que está hundida en franjas como la tarde y que tiene como buques insignias series como Águila Roja y Cuéntame cómo pasó, que este año han sufrido un importante bajón de audiencia como consecuencia de las acertadas apuestas de la competencia para el prime time y del lógico desgaste que afecta a este tipo de espacios de ficción.

A estas dificultades cabe añadir las derivadas del descenso en 36 millones de euros de la remesa que se destinará a la contratación servicios. Esto será especialmente perjudicial para los programas que se produzcan en la propia casa, que requieren del alquiler o la adquisición de material que se carga a los presupuestos en este concepto. “Si los directivos de la corporación han decidido ahorrar todo ese dinero en este concepto, cosa que dudo que consigan, habrá que restringir muy mucho el gasto en el alquiler de equipos, en la grabación en exteriores o en la compra de mobiliario para los platós. Eso lleva a hacer una televisión muy precaria y eso, como se ha demostrado en el caso de Telemadrid y de otras (televisiones) autonómicas, provoca el rechazo de la audiencia”, expone a Vozpópuli un directivo de la casa.

Menos dinero, más competencia

El poco dinero del que dispondrán los responsables de programas de Televisión Española complicará su labor sobremanera, dentro de una temporada 2015/2016 en la que se adjudicarán seis nuevas licencias para emitir en la TDT y, por tanto, llegarán al mercado otros tantos competidores. Por lógica, eso implicará una pérdida de audiencia en TVE que podría resultar dramática si es incapaz de retener a los espectadores con programas atractivos.

En octubre, el Gobierno repartirá seis nuevas licencias para emitir en TDT

Desde luego, sus máximos responsables no han demostrado esa habilidad este año, en el que el share de La 1 se ha resentido considerablemente a pesar de que desde mayo de 2014 hay nueve canales menos en la televisión en abierto y de que ha contado con reclamos como la Champions League. El costoso retorno a TVE de rostros conocidos como José Luis Moreno, Ernesto Sáenz de Buruaga o el dúo Los Morancos no ha contribuido a mejorar su cuota de pantalla, ni a recortar distancias con unas televisiones privadas. Todo lo contrario, pues las apuestas del presidente, José Antonio Sánchez, y de su equipo más cercano han hundido un poco más a la pública.

En esta situación, son muchos en la corporación los que temen que el próximo otoño TVE pierda otra importante porción de su audiencia y tome el callejón sin salida que ronda desde hace un tiempo. En ese caso, fuentes de Torrespaña y de Prado del Rey no descartan que el Gobierno aplique “medidas muy dolorosas”, como el cierre de algún canal (Teledeporte estuvo a punto de desaparecer en 2014) o la presentación de un nuevo Expediente de Regulación de Empleo.

La forma más fácil de corregir esta situación pasaría porque el Estado volviera a aportar los más de 500 millones de euros anuales que concedía hasta hace unos años, pero esa opción parece que no se baraja en Hacienda. En este contexto, podría optarse por un cambio en su sistema de financiación -tal y como ha pedido Sánchez-, si bien la vuelta de la publicidad no sería rentable con la escasa audiencia que atesora actualmente la pública. Fórmulas como el perdón del IVA que ha prometido Cristóbal Montoro ayudarán a rebajar el déficit. Pero ni mucho menos lo solucionarán.

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