Medios

Vivendi controlará el 25% del negocio de los Berlusconi tras la absorción de Mediaset España

Borja Prado y Alessandro Salem se quedarán fuera del Consejo de Administración de Media for Europe, que dominarán los hombres de confianza en Italia de Berlusconi

En tiempos en los que los grandes operadores internacionales han ganado peso en el mercado audiovisual, los peces pequeños del sector experimentan más dificultades para sobrevivir que aquellos que tienen capacidad para intimidar a sus rivales. Esa máxima es una de las que llevó a la familia Berlusconi a unificar sus negocios en Europa, dentro de una operación cuya siguiente fase pasará por la absorción de Mediaset España por parte de la sociedad matriz, Media for Europe (MFE), con sede en los Países Bajos.

Este movimiento se planteó por primera vez en 2019, pero se paralizó unos meses después como consecuencia de la batalla judicial que inició Vivendi, al considerar que el proyecto de los Berlusconi perjudicaba los intereses de los accionistas minoritarios.

El dueño de la multinacional francesa -valorada en más de 30.000 millones de euros-, Vicent Bolloré, y el expresidente italiano firmaron la paz hace un tiempo para poner fin entre las hostilidades entre los dos grupos, pero la sombra del conglomerado de origen galo no desaparecerá de MFE. De hecho, controlará aproximadamente 1 de cada 4 acciones tras la operación de integración de activos aprobada este lunes por los socios del holding de origen italiano.

Así lo han calculado desde la compañía de los Berlusconi, desde donde detallan que Fininvest (su herramienta inversora) dispondrá del 48,27% de los derechos de voto en el grupo, frente al 23,75% de Vivendi.

El 28,37% de las participaciones de la sociedad resultante se corresponderán con el capital flotante, del cual el 25,54% procederá de MFE y el 2,83% de Mediaset España.

El Consejo de Administración de la compañía resultante estará comandado por Pier Silvio Berlusconi (hijo de Silvio), como consejero delegado, mientras que su presidente será uno de sus grandes hombres de confianza: Fedele Confalonieri, que el próximo agosto cumplirá 86 años.

Ninguno de los tres sucesores de Paolo Vasile en Mediaset España formará parte de este órgano de gobierno: ni Alessandro Salem, ni Massimo Mussolino, ni Borja Prado. Este último ejerce actualmente de responsable de las relaciones externas e institucionales. Desde su nombramiento, el pasado noviembre, los medios españoles le han atribuido todo tipo de movimientos de acercamiento y alejamiento a grupos mediáticos, partidos políticos y periodistas que supuestamente pueden incorporarse a Mediaset. A partir de ahora, aplicará como ejecutivo en España las decisiones que tome la matriz del grupo.

Los Berlusconi, en España

Actualmente, los Berlusconi controlan el 82,75% de su filial española. Su porcentaje aumentó en 30 puntos la pasada primavera como resultado de la Oferta Pública de Adquisición que presentaron a los accionistas minoritarios del grupo, que tan sólo aceptó el 60% de ellos.

La capitalización bursátil del grupo asciende a alrededor de 1.000 millones de euros. En este sentido, desde MFE lanzaban un mensaje claro este lunes por la noche: la compañía seguirá en la Bolsa de Madrid y pagará sus impuestos en España.

También aclaraban que a los socios se les ofrecerá un canje de 7 acciones de MFE por cada una de Mediaset España de la que dispongan. Quienes no quieran permanecer en la nueva compañía -apuntaban- deberán expresar su voto en contra en la Junta General de Accionistas de marzo en la que se aprobará la integración. A partir de ahí, podrán solicitar una contraprestación por sus títulos.

Durante los últimos meses, MFE ha trasladado en varias ocasiones el mensaje de que su intención es mantener la actividad en España en las mismas condiciones que actualmente. Ahora bien, los Berlusconi apostaron a finales de 2022 por sustituir a su jefe de operaciones, Paolo Vasile, y lo hicieron en un momento en el que la audiencia del principal canal del grupo, Telecinco, se encontraba en su mínimo de los últimos años.

Desde entonces, se ha especulado con los diferentes cambios que se aplicarán en los próximos tiempos en su parrilla de programación, que todavía no son drásticos, pero con los que Mediaset pretendería remontar su audiencia y sus ingresos.

Ciertamente, enero tampoco ha sido un buen mes para Telecinco. Su cuota media de pantalla -10,5%- ha estado más cerca de la que ha registrado La 1 -9,5%- que la del lider, Antena 3 (14,2%), que hasta hace no mucho ocupaba la segunda posición de la TDT, sin posibilidades de alcanzar el liderato.

Son tiempos de cambio en la compañía de capital italiano y los primeros que se precipitarán se producirán en el terreno empresarial y organizativo.

Este martes, en la primera jornada laborable después del anuncio de la integración, los títulos de Mediaset perdían el 1,67% de su valor en la Bolsa de Madrid. A la vez, se hacía oficial una noticia bastante relevante en el orden interno del grupo, como es el nombramiento de Jaime Guerra como el gran responsable de contenidos de sus canales de televisión.

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