Semanas de incertidumbre en el seno de Vocento. Tras trece años ejerciendo el cargo de consejero delegado, el consejo de administración acordó la salida de Luis Enríquez de la compañía. Un adiós que se hizo efectivo tras la junta de accionistas del pasado 23 de abril. El elegido para sustituir en funciones a Enríquez fue Iñaki Arechabaleta, labor que realizará hasta que se decida el nuevo nombramiento.
Una labor, la de Enríquez, que resaltó Ignacio Ybarra, presidente de Vocento, en su despedida, afirmando que "han sido 13 años intensos y complejos, pero los resultados son claros y demostrables". "Hemos logrado la estabilidad de la empresa con una posición financiera diferenciada en el sector. Hemos apuntado hacia una diversificación con un alto potencial de crecimiento y hemos recuperado el dividendo para los accionistas", remarcó el presidente.
Del mismo modo, Ybarra se refirió a la estrategia de diversificación del grupo, alegando que "somos mucho más que periódicos", lo que les está haciendo consolidarse como "un grupo menos volátil, más diverso, más diversificado y, sobre todo, más rentable".
Una resolución que ha traído brotes verdes al grupo en términos bursátiles. El pasado 6 de mayo, el valor de las acciones de Vocento superó el euro, circunstancia que no se daba desde abril de 2022. Hasta hace no tanto, a primeros de este año 2024, apenas llegaba a los 0,50 céntimos de euro. Su capital, además, superó los 126 millones de euros.
Profundizando más en la parcela económica, Vocento cerró el ejercicio de 2023 con beneficios de cuatro millones de euros. Unos resultados que, si bien pueden resultar alentadores, fueron un 69% inferiores a los obtenidos en 2022. Los ingresos crecieron un 5,1% y su resultado operativo EBITDA aumentó 2,9%.
Sin embargo, ¿qué hay detrás de este repunte tan notable en el mercado de valores? Desde hace algún tiempo, los rumores sobre una posible fusión de Vocento con otros gigantes de la comunicación patria han corrido como la pólvora por un sector de la prensa especializada, la cual se ha hecho eco de tres nombres: Unidad Editorial, El Español y Prisa.
En el pasado, y durante la etapa de Enríquez, Vocento rechazó operaciones de suma importancia, las cuales llegaron a poner encima de la mesa la posibilidad de adquirir el Grupo Zeta, por ejemplo. Por tanto, este terreno no es del todo desconocido en el ente.
Vocento lleva varios años expandiendo sus negocios en áreas más allá del periodismo tradicional, lo que le reportó en el último curso bajo el liderazgo de Enríquez un total de 40 millones de euros.
Fuentes consultadas por Vozpópuli de los pretendientes niegan categóricamente cualquier tipo de interés en una fusión a corto o medio plazo con el ente. Se ciñen a la hoja de ruta estratégica, descartando unir sus designios profesionales y económicos.
Oficialmente, Vocento se remite a la versión dada tras la Junta de Accionistas, donde apuntan que "no estamos trabajando en ninguna fusión, sino en el plan estratégico, como venimos haciendo los últimos años". Preguntados por el trasfondo de estos rumores, su posición ha sido tajante al respecto, cercenando cualquier tipo de acción en los próximos meses.
Por tanto, si las partes que podían estar implicadas han tirado por tierra la simbiosis entre grupos de comunicación, ¿quién ha agitado el avispero para provocar este repunte en la bolsa del mercado de valores recientemente?
Esa es la gran pregunta que discurre. Mientras tanto, Vocento parece tener claro cuál es su futuro, pero a nadie le sienta mal duplicar el valor de sus acciones en tiempos tan complejos como estos para las empresas. La siguiente gran incógnita a despejar será saber quién sucede a Luis Enríquez y, por ende, termina el periodo de interinidad de Iñaki Arechabaleta. Veremos.
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