Lleva un par de días circulando por redes sociales. No es una foto de agencia, ni de un gran profesional, es una (mala) instantánea espontánea de uno de los cientos de testigos anónimos de los atentados de Bruselas. Pasaba por allí y fotografío con su móvil lo que ocurrió instantes después de la explosión en la estación de metro de Maelbeek, en Bruselas. Una evidencia más de que la historia se está escribiendo también en Redes Sociales.
La tragedia en una foto... Tremenda! Los que se salvan lo celebran, las víctimas pidiendo ayuda... #BrusselsAttacks pic.twitter.com/1msU1MuXmu
— Pepo Jiménez (@kurioso) March 23, 2016
Una pareja se besa ajena al drama de un herido a punto de entregarse al vahído que le ha regalado la maldita bomba mientras su brazo suplica ayuda o, tal vez, clemencia. Al fondo varios personajes oscuros parecen también ignorarle.
La fotografía baila entre lo grotesco de un tríptico de El Bosco y lo sublime terrible de la etapa más oscura de Goya. Un contraste brutal entre las emociones más extremas del hombre: el amor y la muerte, a un solo paso, mezcladas sin razón en una misma escena sin importarse una a otra. La felicidad de saberse sano a unos centímetros de la angustia de verse herido. Una tangana de emociones que produce una ansiedad feroz por entender lo que verdaderamente ocurre.
¿Por qué tanto dolor? ¿Por qué tanta esperanza? ¿Por qué ambas juntas?¿Por qué nadie hace nada? Muchos de los comentarios de las redes se han cebado con la pareja. No son los únicos que parecen que no ayudan pero son los únicos que se besan. Ni el fotógrafo, ni la mujer medio agachada, ni las sombras del fondo parecen inmutarse, pero los despiadados e inhumanos son los que se besan...
.@kurioso esa foto me da ganas de vomitar, y no precisamente por la sangre del herido, sino por la pasividad de los otros dos idiotas.
— Steiner (@Steiner_7) March 23, 2016
https://twitter.com/euklidiadas/status/712625123862380544
La foto tiene un contexto que todos conocemos y otro, no menos importante, que presuponemos pero ignoramos y que es imprescindible para entender la escena y salvarnos de la angustia.
Fue tomada pocos segundos después de la detonación, alrededor de las 9.19am del martes 21 de marzo y desde la acera de enfrente a la entrada de la estación de metro. Una calzada de cuatro carriles que distorsiona por completo las distancias y la percepción final del cuadro.
Explosión metro maalbeek pic.twitter.com/9KIEhLMOin
— Serge Massart ?? ?? ?? (@massart_serge) March 22, 2016
El tiempo y la perspectiva explican la complejidad y ambigüedad de la escena. La pareja no se besa, simplemente se abraza —por saberse vivos— en el mismo instante del disparo, en un plano muy distinto al del herido y justo segundos antes de pasar a la acción de socorro. La foto detiene el tiempo convirtiendo esos segundos en una eternidad y, junto con la distorsión del espacio, en una falsa imprudencia.
En otra foto posterior de otro anónimo puede verse a la señora con el mismo bolso y jersey agachándose sobre el herido y ofreciéndole su ayuda junto a su pareja. Han transcurrido unos pocos segundos.
https://twitter.com/TiesW_/status/712193221179416576
Desde otro de los ángulos anónimos puede verse también un poco después al herido —ya sentado— antes de la llegada de las asistencias.
Vía Tasnimnews
No hay villanos ni héroes, solo personas asustadas pero dispuestas siempre a echar una mano. ¿Cómo hubieras reaccionado tú a una experiencia tan terrible?
Interpretar la realidad dejándose llevar solo por los sentimientos es justo lo que los terroristas desean.
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