Mémesis

Un beso y un adiós

El pico de Rubiales a Jennifer Hermoso que empezó como momento incómodo y ha terminado como agresión sexual y asunto de Estado. El repaso a la semana en Twitter

Existe un experimento en psicología social llamado el experimento de Asch que explica que cuando a un individuo se le encierra en una habitación y se le pregunta a qué distancia se encuentra un punto, da una respuesta. Sin embargo, cuando al mismo individuo se le encierra con otros sujetos y estos contestan antes, su respuesta es distinta y se acerca a las opiniones del resto. El experimento explica cómo la opinión social condiciona a los individuos y también un poco lo que ha pasado con Rubiales esta semana.

Cuando en un primer momento la presentadora de La Sexta (la televisión progresista por excelencia) comentaba el pico de Rubiales a Jennifer Hermoso lo hacía como un momento divertido fruto de la efusividad del momento. Sólo unos días después, el mismo momento grabado por todas las cámaras se había convertido en una intolerable agresión sexual. Hubo un momento en que pensé que Rubiales iba a coger un avión y Pedro Sánchez iba a derribarlo de un misilazo como ha hecho Putin con el jefe de Wagner.

Cuatro días y varias capas de interpretaciones después, el gesto sigue siendo el mismo que comentó en tono de broma la presentadora de La Sexta y que fue retransmitido en directo en todo el mundo. Un tipo queriendo hacer una gracia de mal gusto y dándole a un pico a una persona sin consentimiento. Algo reprobable, ya está. Pero a las redes no les basta y necesitan sangre porque se alimentan del resentimiento. ¿Hubiera pasado lo mismo si el que hubiera dado el beso hubiera dado un futbolista progresista como Bellerín? O hubiera pasado desapercibido o la cacería habría venido del bando contrario porque al final las redes se basan en utilizar una excusa para destruir a un enemigo político.

Rubiales a dado una rueda de prensa diciendo básicamente que Dimitir es un mediocentro ruso. También que el beso fue consentido, lo que cual significa que o se lo ha dicho Jenny o no entiende cómo funciona la figura del consentimiento. El giro de última hora cuando la dimisión ya estaba anunciada significa que tenemos Rubiales Gate para rato, eso significa tweets, memes y análisis sociológicos de barra de bar como el de este artículo.

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