Estamos en campaña electoral, esa época en la que los asesores piden a los políticos que no hagan cosas raras y los políticos empiezan a cortocircuitar mentalmente. Feijóo acudió a un mitin en Cádiz y se le ocurrió decir que tenía las pupilas dilatadas, una frase un poco desafortunada para alguien que tiene una foto viral con un narcotraficante. Juanma Moreno ha pedido en mitad que una de las mayores sequías que se recuerdan que desembalsen para que los rocieros puedan cruzar el Guadiamar con agua, que queda más bonito en las stories de Instagram. Una medida que puede aumentar su popularidad entre los rocieros pero quitársela entre el resto de andaluces que no se desplazan a caballo en pleno 2023.
El diputado tránsfuga de Ciudadanos, Pablo Cambronero, ha llevado al Congreso los chemstrails, la teoría de la conspiración que dice que los aviones nos fumigan con productos químicos para hacernos enfermar o atontarnos y terminemos de diputado de Ciudadanos. El MVP de la campaña hasta ahora es Xavier Trías, candidato de Junts a la alcaldía de Barcelona, que se ha quejado de que la gente que gana 3000€ no llega a fin de mes. Le ha faltado decirlo con voz de Carmen Lomana. Podemos acusa a TVE de déficit democrático porque dejarles sin spots electorales y seguir lo que dicta la Junta Electoral.
Parece que estas elecciones son las de la vuelta al bipartidismo, el estado natural de las cosas. De hecho en Corea del Norte unas elecciones con más de un candidato nos parecen una ordinariez. Cuantas menos opciones, más difícil equivocarte. Los grises no existen en política ni en las redes como ha comprobado Basilio (Bulldog Punk en Twitter), el camionero que se hizo famoso por su activismo de izquierdas y que ha tenido que abandonar las redes por el linchamiento de los suyos tras comer con Macarena Olona. La lucha de toda la vida de la izquierda por ver quién es más castizo que termina con escisiones infinitas y más partidos que votantes. Si al final hay un acuerdo entre Podemos, Más País y Sumar, para acudir a las elecciones en coalición, yo la llamaría Izquierda Unida, por cerrar el círculo.
De todo esto se ha hablado en Twitter esta semana en la que también ha sido el Día del Trabajador y David Muñoz ha probado el semen de pez globo.
Fuera de la política sigue la epidemia de fentanilo en Estados Unidos, la historia de la hija bastarda del rey Juan Carlos y el escándalo del Barça, que puede convertirse en el primer equipo en ganar dos años consecutivos la Liga en Primera División y en segunda.
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