Mémesis

Los cazadores de charlatanes

En 2015, quince grandes amigos que formaban un comando científico fueron acusados de un delito de ignorancia que no habían cometido, no tardaron en argumentarlo. Hoy, buscados todavía por adivinos y supercheros, sobreviven como cazadores del pensamiento mágico y las pseudociencias en redes sociales. Si usted tiene algún problema y se los encuentra quizá pueda contratarlos…

Un neurobioquímico, un radiofísico, un biólogo del CSIC, una química, un informático, un profesor universitario, varios ingenieros, una estudiante de psicología, una secretaria médica y varios voluntarios… todos ellos forman el grupo de escépticos/científicos creadores de los ‘Premios Brandolini’, una plataforma que se encarga de recoger en redes sociales las nominaciones a charlatán del año bajo el hashtag #PremiosBrandolini... y que ya van por su segunda edición.

No se trata de ridiculizar la ignorancia científica ni señalar la incultura de gente que usa las redes sociales para esparcir su desconocimiento.  Se trata de rebatir las estupideces con argumentos de los que se enrocan en principios indocumentados. Como ellos mismos dicen en su blog:

“Si estás en los premios Brandolini no es porque seas un inculto. Tampoco es porque creamos que sabemos más que tú. Es porque has dicho una memez, porque te has empeñado en mantener una chorrada como si fuera algo comprobado”

“No escogemos comentarios de gente que no sabe. La gente que no sabe es, precisamente, la gente a la que queremos atraer. Porque cuando uno no sabe, se informa, se atreve a indagar. Y destierra esa ignorancia.”

La idea es luchar contra equidistancia entre la evidencia científica y las teorías no demostradas, bulos y sandeces que circulan cada vez más por redes sociales.

La bendita libertad de expresión en redes sociales es también un refugio de la memez. Luchar contra la ignorancia con las mismas herramientas que ellos dignifica el conocimiento y arrincona la estupidez.

Para este cometido crearon unos premios que buscan hacer pedagogía con la estupidez ajena.

Y la estupidez es patrimonio de todos, incluso de los grandes medios...

O de presentadores mediáticos (como el ínclito Jorge Javier Vázquez)...

...de supuestos 'pensadores ilustres':

O incluso de la mismísima autoridad (caso que ya tratamos por aquí):

https://twitter.com/policia/status/658776374673457153

El origen del nombre de estos premios explica la escala del proyecto y las energías necesarias para desarrollarlo. Todo nació por este tweet:

Algo así como: “La asimetría de la sandez: La cantidad de energía necesaria para desmontar una majadería es siempre mayor que la necesaria para producirla

De hecho cuando algún ignorante se da cuenta de su error por un aporte científico demostrado es inmediatamente excluido de los premios. Esto no pasa muy a menudo pero es la clave en las bases de los galardones. No se ridiculiza al ignorante sino a la estupidez.

El grupo tiene una labor pedagógica brutal. Conversaciones interminables con los nominados (como este hilo) muestran su voluntad de aplicar el método científico sin falacias. Explicar a un antivacunas la inmunidad de grupo, desmontar la teoría de la ‘memoria del agua’ de lo homeópatas o luchar contra la ignorancia generalizada en temas de transgénicos. Pero hay cosas contra las que no se pueden luchar...

Hablamos con los integrantes de esta especie de “Equipo A de la ciencia” para conocer y preguntarles por todo lo que han visto en redes sociales. Lo primero que llama la atención es que no es un grupo endogámico sino eminentemente escéptico y crítico.

También hay científicos nominados. Nadie está libre de soltar una memez de vez en cuando. Sobre todo médicos que se dedican a la homeopatía, al reiki, etc…”, nos recuerda uno de los voluntarios.

Hay siempre un espíritu didáctico en los premios:

“Si comparamos la situación de desconocimiento hace un año o dos y la situación ahora definitivamente sí merece la pena la energía dedicada. Damos visibilidad a algo que no tiene casi cobertura en medios.”

“Cuando explicas algo a alguien, por un lado muchas veces explicas para los demás que lean eso, no para esa persona en concreto (que a veces está más allá de toda salvación). Por otro, a veces tú mismo te equivocas explicando algo, y llega otro y te corrige, y aprendes cosas fascinantes que ni tú mismo sabías.”

La estupidez no tiene nada que ver con la incompetencia, dicen. Su principal lucha es contra un sesgo cognitivo, el llamado efecto 'Dunning-Kruger':

El síndrome Dunning-Kruger se resume en que, cuando uno tiene cierto nivel de incompetencia sobre una materia, puede ser tan incompetente como para no ser capaz de reconocer dicha incompetencia”, nos recuerda uno de los ingenieros.

Este sentimiento de superioridad ilusorio lleva a alguno de los nominados a defender su postura en territorios absurdos. Argumentos falaces y sobrevalorados por ellos sin criterio científico. Algunas de estas conversaciones entre DK y la ciencia son interminables y solo pedagógicas para terceros.

Un paseo por su blog de candidatos semanales puede llegar a ser tan glorioso, como descorazonador. La incompetencia de candidatos no es solo síntoma de una memez temporal sino de un problema educativo mayúsculo.

Algunos de los ganadores y finalistas de la primera edición.

***Todas las capturas se han sacado del blog oficial de los premios Brandolini

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