Una historia más en la cabecera de un diario de provincias "Un joven empapela Murcia para encontrar a la chica del tranvía". La historia se mueve por redes y se hace viral. Todos los medios y cabeceras se hacen eco en busca del clic fácil convirtiendo una 'falsa acción poética' en una historia de acoso personal y mediático no solicitado.
https://twitter.com/Terremoto_Irene/status/856905636461916160
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Sergio —así se llama el chico— cruzó la mirada con una chica en un tranvía murciano y empezó a soñar con una historia de amor imposible. Como la chica no reaccionó cuando Sergio se bajo e hizo gestos para que se bajara con él decidió empapelar la ciudad con carteles románticos para encontrarla. (Así lo cuenta el propio protagonista).
Ella ya eligió no bajarse del tranvía. Eligió no ser protagonista de esta historia inventada. Eligió no bajarse con un desconocido en aquella parada. Eligió no ser protagonista de este acoso mediático... y ahora tiene a todo un país buscándola. Él, sin embargo, no dio importancia a ese primer 'no' y buscó otra manera de 'conseguirla'. Si yo no puedo que lo hagan otros. La sociedad, la cultura del acoso me apoya.
Ella es culpable por no aparecer. Él es inocente aunque no le importe lo que piense y quiera ella.
Y los medios picaron. "Quien no arriesga no gana", dice el mismo diario que destapó la noticia sin contar con el verdadero riesgo que supone para la intimidad de ella que toda una ciudad se ponga a buscarla.
Yo quiero encontrar a la chica del tranvía de Murcia pero para darle un spray de pimienta, que tal y como están las cosas igual lo necesita.
— Pauloma (@cecilos) April 26, 2017
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La presión no es solo desde los medios o las redes sociales. Marcas de cerveza participan de este acoso y derribo en busca de lograr identificar como sea a la chica. Estrella de Levante promete invitar a la pareja de desconocidos a una cena si llegan a encontrarse. Da igual todavía lo que piense ella. Da igual que ella ya eligiera no bajarse del tren. Lo importante es que el chico ha decidido que quiere ser su pareja y todos deben apoyarel final feliz.
Si aparece la #ChicaDelTranvía nosotros les regalaremos una cena a la altura de esta fantástica aventura. Ayudanos con RT ? #LoveWins♥️ pic.twitter.com/0xpkFpmo4W
— Estrella de Levante (@estrellalevante) April 25, 2017
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Es imposible que tras 7 días desde el 'incidente' (el Bando de la Huerta de Murcia fue el 18 de abril) la chica afectada no sepa que toda una ciudad (y todo un país) está buscándola. Es imposible que si lo sabe y todavía no sepamos nada de ella no sea porque está acojonada y preocupada por el revuelo mediático que se ha montado entorno a ella sin quererlo ni buscarlo.
¿Y si la chica del tranvía no podía salir aquel día y nadie, excepto sus amigas, deben saberlo? ¿Y si la historia no es tan romántica como la cuenta el chico y ella no quiere saber nada del incidente?¿Por qué no importa la versión de ella? ¿Y si dejamos que decida por sí misma sin sentirse presionada?
https://twitter.com/TigrilloTW/status/857201483779104772
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Un hombre al que no conoce absolutamente de nada se ha montado una película personal por el simple hecho de haberla visto un segundo por la calle. ¿Por qué todos piensan que debe convertirse en el amor de su vida si lo que da es un pánico terrible? ¿Serán los mismos que la echarían la culpa si el romance acabara con violencia por haber elegido a un desequilibrado?
Si fuera «la chica del tranvía» no vuelvo a subir al tranvía en una temporadita.
— Alicia J. (@allymcbeer_) April 25, 2017
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En la historia de la chica del tranvía el respeto a la intimidad se ha vulnerado completamente en busca de una noticia viral fácil. La historia de la chica del tranvía no es sino una prueba más de que la sociedad sigue romantizando el acoso.
La historia de la chica del tranvía no es una comedia romántica, es una película de terror.