Da igual que las hermanas hayan renegado de Enrique Abuín Gey, el presunto asesino de Diana Quer, en mil y una entrevistas. Da igual que incluso una de ellas se muestre partidaria de recuperar la pena de muerte, que haya pedido lo peor para su hermano y que lamente en casi todas sus publicaciones su (mala) suerte genética.
Da igual que el dolor, la vergüenza y el escarnio público de la España negra acompañe ya a esta familia para siempre. La sospecha siempre estará allí para estos 'vengadores anónimos', espectadores de la basura televisiva que ha fabricado un monstruo de odio. Las especulaciones en torno a la familia de Diana Quer y la de 'El Chicle', las coartadas de la mujer, de los hermanos, las lecturas de sospecha que se han esparcido con el ventilados del periodismo amarillista han fabricado estos seres entrenados para odiar.
Porque hay gente que dedica su tiempo a revisar en redes sociales los nombres de los familiares, buscar a hermanos, sobrinos y tíos para reírse, amenazar o comentar fotos aisladas o publicaciones antiguas que nada tienen que ver con las responsabilidades del familiar detenido.
Las redes sociales de la familia Abuín estaban prácticamente abandonadas. El facebook de las hermanas apenas contaba con varias publicaciones genéricas. Hasta que el hermano fue detenido.
Por ejemplo, uno de los sobrinos del presunto asesino cumplió 19 años en octubre y su hermana aprovechó para felicitarle con una foto. Repito, en Octubre de 2017. En enero la publicación se llenó de insultos y comentarios de desconocidos que nada tienen que ver con la familia:
Tanto fue el acoso que el chaval de 19 años se vio obligado a renegar de su tío en los comentarios para intentar aplacar el temporal dejando las cosas meridianamente claras. De nada sirvió, enseguida vino alguien para exigirle un perdón que a él no le pertenece.
Otro ejemplo. Una publicación aleatoria de una de las hermanas de hace medio año. Una imagen recordando a los que ya no están que ha sido rescatada con el oportunismo del caso Diana Quer para pedir explicaciones. La guasa de los indeseables.
Algunos de estos 'justicieros de las redes' reprochan y culpan a la familia de este linchamiento por no cerrar sus redes sociales. Porque, según ellos, insultar al inocente es un deporte legítimo y ellos son responsables. Los familiares no puede gestionar sus redes como les plazca.
"Quieran o no son la familia de un ser despreciable" y eso les convierte en culpables:
Porque tener el valor de mantener abierto tu Facebook y soportar a todos estos indeseables es 'Exhibirse":
Otro ejemplo más. La hermana pidiendo ayuda hace 6 meses para localizar a una menor, hija de un compañero, que desapareció por aquel entonces. Os podéis imaginar cómo acudieron ´los jueces del Facebook' en enero para dar respuesta al enigma.
Después de todo esto habría que preguntarse qué parte de responsabilidad tienen los que han traficado con la información de la familia, los que han llenado horas y horas de radio o televisión fabricando teorías, dibujando perfiles tremendistas, haciendo entrevistas innecesarias o retratando a quién no merece ser protagonista.
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