Dormir colgados de un precipicio, en una suit sin paredes ni techo en plena montaña al aire libre, en un ataúd, etc. son algunas de las situaciones a las que uno puede someterse bien por necesidad, bien porque uno necesita nuevas experiencias o simplemente porque a uno le falta un tornillo.
Cuando estás un poco colgado
Pues no se trata únicamente de estar únicamente un poco colgado —en casi todas las acepciones del término— sino también contar una buena suma de dinero, ya que por algo más de 290$ la noche —incluyendo desayuno, cena y seguro— puedes dormir en una de las tres cápsulas colgadas existentes en el Valle Sagrado, cerca de la ciudad de Cuzco en Perú y disfrutar de unas vistas impresionantes de los Andes peruanos.
Se trata de habitáculos de 7 x 2 metros con baño privado y 4 camas, que cuentan con suministro eléctrico gracias a las placas solares con las que están dotadas cada una de ellas.
https://youtube.com/watch?v=dcFzpNx4ZC8
La complejidad del ascenso —como puede observarse en el vídeo anterior— es tal que se realiza a través de la propia pared vertical en la que se encuentran las cápsulas, si bien el descenso es mucho más divertido al poder realizarse gracias a una tirolina instalada a tal efecto.
Cuando tienes claustrofobia
No parece una opción cargada de glamour y lujo aunque siempre podrás decir que estuviste durmiendo en una habitación con millones de estrellas, cosa que contradice la filosofía de esta especie de performance que plantean los hermanos Frank y Patrik Riklin, dos artistas conceptuales que ya en 2008 plantearon su idea "Null Stern", traducido del alemán "Cero Estrellas" al montar un hotel con lujos tendentes a cero, en un antiguo búnker nuclear en la localidad de St. Gallen en Suiza.
La idea esta vez es algo menos claustrofóbica aunque quizás no apta para propensos al resfriado: dormir en una cama perfectamente equipada y atendida pero al aire libre. Éste es el concepto con el que los hermanos Riklin han vuelto a despertar el interés de curiosos y amantes de los Alpes Suizos y se puede disfrutar del mismo en la valle Safiental del cantón suizo de los Grisones.
Cuando estás borracho
Es algo que se conoce desde hace años como una alternativa económica en la que poder dormir en las principales ciudades de Japón y es que por algo más de 20 € —sus precios oscilan entre los 20 y 40 €— suponen una opción para dormir en el país nipón.
Está opción de descanso que nació hacia 1979 en la ciudad de Osaka supuso, especialmente para el usuario masculino, un auténtico alivio en sus relaciones de pareja dado que suponía una opción económica de dormir las borracheras con las que muchos trabajadores finalizaban sus jornadas de trabajo.
Las condiciones con las que uno debe enfrentarse en esta estrecha opción de descanso son: cápsula de 2 x 1,25 x 1 metro de dimensiones, dotada con televisión, consola y wifi e incluso ropa para descanso o yukata además de poder usar una taquilla en la que guardar las pertenencias.
Cuando estás muerto (de sueño)
Si la opción de dormir en una cápsula habilitada únicamente para el descanso nos puede parecer complicada, imaginemos la de dormir en una opción aún más constreñida: un ataúd —y sin tele ni consola—
Ésta opción de la que disfrutaríamos si escogiésemos la habitación Gruft —traducido del alemán "cripta"— que nos brinda Propeller Island City Lodge, conocido como uno de los hoteles más extraños del planeta y que se encuentra en el barrio de Wilmersdorf de Berlín.
Konsep hotel unik? Propeller Island City Lodge, Berlin. Mereka menawarkan pengalaman tidur dlm peti mati. Tertarik? pic.twitter.com/d1zkaNej6N
— Grivy (@Grivy_id) April 27, 2016
Más de 30 habitaciones ecléticas y con diferentes temáticas llenas de creatividad y artes sin límite en las que puedes dormir dentro de una excavación, o en una prisión, o en una casa suspendida por cuerdas, etc. en lo que el propio autor, Lars Strorschen ha definido como una "obra de arte habitable".
https://twitter.com/365Berlin/status/758237692371099648
Felices sueños, feliz descanso
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