Mémesis

No dejes que un buen periodista te arruine un titular viral

 

  • Radiografía de las tribus periodísticas condenadas a estropear el encabezado de una noticia.

Según el último informe de Reuters Digital News y la Universidad de Oxford, los medios de comunicación españoles tienen la credibilidad más baja de Europa. La precariedad laboral, el aumento de profesionales mal cualificados o el amateurismo engendrado por la Red ha provocado una pérdida de calidad en nuetro periodismo clásico.

La que sigue es una radiografía de los tipos de periodistas tuercebotas especializados en arruinar titulares y que han convertido noticias intrascendentes en auténticos virales, la mayoría de ellos en contra de su voluntad.

 

El intenso

El intenso se toma su profesión muy a pecho, mañana puede estar en la calle y hay que aprovechar para dejar huella. El intenso busca el epíteto imposible, el giro inverosímil o la cita o juego de palabras que convierta en viral su noticia. Cueste lo que cueste. El intenso no está mal supervisado, a su editor le encanta su estilazo. ¿No se insultaban Quevedo y Góngora?

 

 

 

El intenso siempre pone unas gotitas de su talento para destacar o subrayar lo verdaderamente importante… aunque no lo diga él.

También tiene un serio trastorno que le impide aportar una valoración objetiva a las noticias realmente importantes. El intenso puede ver un urgente donde solo hay un mareo de la abuela.

El cómico

El cómico busca siempre el atajo chistoso para levantar una noticia intrascendente en Redes Sociales y hacer su mes con un par de titulares llamativos. Existe también el cómico inocente o involuntario que tiene el mismo efecto pero debe su éxito a un error o desatino. Se parece mucho al iletrado aunque nunca se reconocerá en él.

https://twitter.com/MisterQueja/status/679779243585351680

 

https://twitter.com/Toimuloko007/status/676049530710790145

 

 

El cómico puede también liarla sin tocar el titular. Basta con buscar la foto apropiada que ilustre adecuadamente la noticia.

El iletrado

Es la tribu más poblada… y crece indiscriminadamente. El iletrado no falta en ningún medio porque la precariedad los atrae como a las moscas. El iletrado aprende mientras escribe, titula o rebota un teletipo de agencia. Se instruye con las mismas hostias que se lleva mensualmente en la nómina.

 

 

El iletrado puede ser también muy sutil. Una pequeña coma, un breve signo de puntuación puede cambiar y dar la vuelta por completo a una noticia, pasando de ser un mero enunciado a parecer una cruel obligación… Hasta los medios más prestigiosos tienen su batallón de iletrados.

 

Fuente

 

El ambiguo

Anda un poco perdido. Se lía en la noticia olvidando el doble sentido del titular. El ambiguo avispado lo hace adrede, para buscar la atención del lector... aunque hipoteque su credibilidad. El ambiguo inocente, por el contrario, no lo hace aposta y probablemente nunca tenga conciencia de haber cometido un error o haber fabricado una boñiga de ese calibre.

 

 

 

El ambiguo tiene dificultades con el lenguaje y los múltiples significados de cada vocablo del diccionario, pero como no tiene conciencia de ello no hay sutilizas ni rencores.

 

 

 

 

 

El sobrado

El ‘sobrao’ acaba de renovar en el periódico y se siente con fuerzas para poner sus gónadas en el titular. Marca el territorio a becarios y novatos para subrayar sus galones y hasta donde no pueden llegar.

El sobrao puede haber tenido también un mal día y decide explayarse para ahogar su frustración con un titular hormonado.

...es una pena que este sea de la revista satírica 'El Jueves'

 

 

https://twitter.com/Manel_Loureiro/status/429330310732726273

El despistado

Tiene mucho de iletrado. Le pierden los tiempos para repasar y autoeditarse antes de entregar el apunte al jefe de sección. El despistado puede hacerte un viral o meterte en problemas pero siempre, siempre estará tranquilo y contento con su trabajo.

El despistado puede equivocarse en una letra o en todas. Puede publicar un Lorem ipsum, un titular sin titular, las notas y chascarrillos de redacción o equivocarse en una traducción (ver tweet de abajo).

El despistado suele ser muy buena persona y agradece la ayuda que constantemente recibe para supervisar su trabajo.

    

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