Si cuando hablamos de reinas del destape tenemos que nombrar a María José Cantudo, a Susana Estrada o a Agata Lys, en el caso de los hombres la elección es mucho más sencilla. Por mucho que actores como José Luis López Vázquez o Alfredo Landa se convirtieran en unos habituales del cine de los 70, una pareja de cómicos destacó por encima de todos. Andrés Pajares y Fernando Esteso llegaron en el momento adecuado. España se abría al destape y necesitaba a unos actores capaces de personificar al hombre español medio, ese que estaba fascinado por las suecas y que trataba de ganarse la vida a base de trinquiñuelas y, a poder ser, sin trabajar demasiado. Juntos rodaron once películas, bajo la dirección de otro mítico del cine español, Mariano Ozores, y la producción de José Frade. Un cuarteto de hombres que solo podía crear éxitos.
El destino les unió en ‘Los bingueros’, una película que marcó a una generación.
Pajares y Esteso coincidieron por primera vez haciendo de extra en algunas películas, como Y si no, nos enfadamos, una coproducción hispano-italiana de 1974 con Bud Spencer y Terence Hill, otro dúo cómico del que, posiblemente, tomaron algunas ideas, aunque todavía tardaron unos cuantos años en formalizar su relación. Ambos eran hombres de la vieja escuela, de los que rodaban cuatro o cinco películas al año como si no pasara nada. Pajares acompañó a Carmen Sevilla en Un adulterio decente y a Julio Iglesias en La vida sigue igual, mientras Esteso, que llevaba actuando desde los dos años, rodaba Pepito piscina y participaba en Tarde para todos con sus sketches de humor. Pero entonces, el destino les unió en la película que marcó a una generación, Los bingueros. El argumento, escrito por Mariano Ozores, era sencillo. Un empleado de banca con aspiraciones de rico y un desempleado que se gana la vida vendiendo libros deciden que la solución a todos sus problemas está en el bingo. Ambos coinciden en la cola de entrada y optan por aunar sus esfuerzos para ganar más dinero. Como es de esperar, el asunto les traerá muy pocas ganancias y muchos quebraderos de cabeza.
Del éxito al fracaso
Tras Los bingueros llegarían Los energéticos, Los chulos, Los liantes o Todos al suelo, retratos de la sociedad española del momento a través de dos hombres que, viendo el negro futuro que tenían por delante, deciden tomar las riendas de su vida y estafar al prójimo de la forma más absurda posible. En 1982, Ozores trató de abrir mercado y escribió Padre no hay más que dos, una comedia para todos los públicos sobre dos artistas de cabaret que se divorcian y se van a vivir juntos con sus hijos. El recibimiento no fue el esperado, ya que los espectadores esperaban un producto típico del destape y se encontraron una película para niños, así que Ozores sacó la artillería pesada y volvió con Agítese antes de usarla, una película de enredos en un hospital, con bien de enfermeras, batas abiertas y chistes verdes, la especialidad de Pajares y Esteso.
Las carreras de Pajares y Esteso cogieron caminos distintos.
Pero la sociedad iba cambiando y las películas del destape cada vez tenían menos aceptación. En 1984, Pajares y Esteso rodaron su última colaboración hasta la fecha, La Lola nos lleva al huerto, un enredo típico en el que una mujer, Lola, se queda embarazada y les dice a sus dos amantes, por separado, que cada uno es el padre. Entonces llegan los malentendidos, los enredos y las sectas, un clásico de la época que no podía faltar en ninguna película. A partir de ese momento, las carreras de Pajares y Esteso cogieron caminos distintos. Mientas el primero encarriló sus pasos hacia proyectos más serios, como ¡Ay, Carmela! o Bwana, y series de televisión como ¡Ay, Señor, Señor!, Esteso no tuvo tanta suerte. Volvió a apostar por sus sketches de humor, fichó por Telecinco para presentar varios programas, pero problemas contractuales le impidieron continuar y permaneció apartado del cine y la televisión durante muchos años. Además, se separó de su mujer después de veinte años de matrimonio y se retiró a Torrevieja, donde reside actualmente.
Mala suerte para ambos
La mala suerte, al final, también persiguió a Pajares. Se separó de su primera mujer Chonchi, apareció una hija extramatrimonial que reclamaba su paternidad, su hijo Andrés le dio la espalda al no aceptar su homosexualidad, su hija Mari Cielo se convirtió en una habitual de las revistas y programas de corazón y su vida acabó siendo un espectáculo. El punto culminante de tanta locura tuvo lugar con la celebración de los 50 años de profesión de Pajares. El actor organizó una obra teatral titulada A mi manera... de hacer de la que pensaba hacer cincuenta representaciones, una por cada año de carrera, pero tuvo que cancelarla tan solo tres semanas después debido a la poca afluencia de público. El actor, muy alterado, compareció ante los medios con evidentes muestras de problemas psicológicos y acabó siendo detenido por acudir al despacho de los abogados que le llevaban los temas fiscales con una pistola de fogueo y agredir a varios miembros del bufete.
¿Será ‘Torrente 5’ un nuevo renacer para la pareja?
Durante estos treinta años de separación, los rumores de la vuelta del dúo Pajares y Esteso han sido insistentes, pero tenía que llegar Santiago Segura para que se hicieran realidad. Ambos actores aparecerán en Torrente 5, aunque en el caso de Pajares será un mero cameo, como a los que nos tiene acostumbrados Segura. ¿Será este un nuevo renacer de la pareja? Viendo como se está poniendo la situación económica y social en España, no sería raro que dentro de poco nos encontráramos con un nuevo destape y ahí, Pajares y Esteso volverían a tener su trono reservado.
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