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Ana Fernández ama en tiempos revueltos

El pasado mes de marzo de 2015, el cámara de televisión Santi Trancho, novio de Ana Fernández, perdía la vida en un trágico accidente de tráfico. No ha pasado un año, y aunque Ana nos contó en entrevista a Marabilias que “las personas que queremos son y serán irremplazables”, lo cierto es que todos tenemos derecho a rehacer nuestras vidas, y más siendo tan jóvenes como es su caso. Pero a Ana no le sentaron nada bien las fotografías que salían en una revista con Adrián Roma, un músico de físico parecido al del fallecido. Y es que la actriz, que acaba de fichar por la serie ‘Amar en tiempos revueltos’, ama en tiempos revueltos más que nunca.

A Carlota, su segundo nombre en la vida real y el nombre de su personaje en Amar en tiempos revueltos, se le pide “llorar”. Y Ana lo hace, y llora. Como lloró –o se cabreó-, cuando la revista Corazón sacó a la luz unas fotografías en donde la vimos, muy cariñosa, con Adrián Roma, del grupo Marlon.

De hecho, la actriz de 26 años no negó a Marabilias que “el 2016 se está portando muy bien conmigo, me está dando muchos regalos pero sobre todo, regalos maravillosos y de trabajo que es lo que más tiempo me ocupa”, pero también admitió su malestar con la publicación de estas fotos de las que poco o nada puede hacer dado que están hechas en la vía pública. “Sobre Adrián, si tenéis alguna duda, preguntad a los directores de esa revista que al parecer son el Oráculo de Delfos y lo saben todo. Saben más que todos nosotros”, nos contó.

“Al espectador le gusta más el desamor”

Porque quejarse va a ser lo único que va a poder hacer. Pobre Ana. En seguida se la juzga, que si no ha pasado ni un año, que si el nuevo se parece mucho físicamente al desaparecido cámara de Frank de la Jungla… Sea como fuere, ella ha hecho acto de presencia en otra fiesta de la noche madrileña para recalcar que, aunque está “cansada” por el ritmo de trabajo que lleva, es feliz. “No me da tiempo a ser otra cosa. Tengo que agradecerlo mucho y lo agradezco todos los días”, admite.

Porque ella tiene derecho a hacerlo. Ella puede amar en tiempos revueltos, como todos, y no solo en la ficción. Es cierto que “al espectador le gusta más el desamor”, pero defiende que “lo más bonito en la vida es el amor”.

Y así es, pues ¿quién no comulga con esa idea? Así que Ana, sé feliz, aunque no te dejen, y a quien no le guste que mire para otro lado. Porque eres muy joven y aunque “las personas a las que hemos querido sean irremplazables”, como dices, tienes todo el derecho del mundo a ser feliz.

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