La demanda de divorcio se firmó en junio de 2014, pero no ha sido hasta ahora cuando por fin se ha llegado a un acuerdo. Antonio banderas le deberá pagar a Melanie Griffith una pensión mensual de 60.000 euros además de haberle cedido la casa de Aspen, un bien inmueble que la pareja tenía para sus vacaciones; y un cuadro de Pablo Picasso.
Por su parte, el malagueño se queda con la casa que tenían en Marbella y otra obra de Picasso, después de conseguir vender la casa conyugal de Los Ángeles, de la que ambos se han repartido los 14 millones de euros de su venta.
En 2004 firmaron el régimen de gananciales
Casados en 1996, la pareja llegó a un acuerdo en 2004 de pasarlo todo a un régimen de gananciales. Se ha comentado que la pareja quería haberse separado hace mucho tiempo, pero que no lo hicieron antes para ver crecer a sus hijos juntos y por el bien de ellos. Es quizá por ello por lo que Melanie quiso curarse en salud, y le pidió en 2004 a su entonces marido, que llegaran a este acuerdo. Desde esta fecha, la caja de las películas que ha podido hacer Antonio -La piel que habito o Shrek, entre otras-, debe repartirla con Griffith.
Actualmente, Banderas prepara 33 días, un filme de Carlos Saura, basada en el tiempo que tardó el pintor malagueño Pablo Picasso en crear El Guernica. Además, Antonio está diseñando, por vez primera, una línea de ropa después de estudiar moda en Londres.
Por su parte y en el terreno amoroso, el actor ha rehecho su vida sentimental con la holandesa de origen, Nicole Kimpel, una agente inmobiliaria del sector del lujo, y reconocida relaciones públicas junto a su hermana Bárbara y que es veinte años más joven que él.
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