María Cynthia Francisca Matilda Rossi nació el 28 de abril de 1985. Nada más nacer ya estuvo marcada con el recuerdo de la tragedia familiar, la muerte de dos de sus hermanos. En sus nombres está el de Francisca en recuerdo de Francisco de Asís de Borbón, primer hijo de Carmen Martínez-Bordiú con su primer marido, Alfonso de Borbón y Dampierre, duque de Cádiz. Éste murió en un fatídico accidente de coche en 1984 en el que conducía Alfonso. Poco después moría Mathilda, hermana de Cynthia e hija de Jean-Marie Rossi y de su ex-esposa Barbara Hottinger, en otro accidente con la hélice de una barca en Bahamas. En honor a ella le pusieron también el nombre de Mathilda. Según señaló Cynthia: “Fui la hija que vino después de la tormenta, y yo misma sentí el peso y la responsabilidad de ser la niña perfecta para que mis padres estuvieran orgullosos de mí. Creo que llegué al mundo como alivio tras lo sucedido”.
Al igual que su madre y su abuela Carmen Franco, ella también es fiel defensora de la controvertida figura de Francisco Franco: “Es mi bisabuelo. Creo que fue quien salvó a España, le dio modernidad y la abrió al mundo. Ha gobernado España, bien o mal según quien lo piense, pero lo hizo. Lo veo como alguien muy importante y controvertido, pero ante todo lo veo como mi bisabuelo, como parte de mi familia y de la historia de mi país que asumo”. Para su abuela también tiene palabras de alabanza: “Adoro y admiro a mi abuela, Carmen Franco. Tiene una cabeza privilegiada, es abierta de mente. Me ha marcado mucho”.
Cynthia niega que se sintiera abandonada por su madre
Nacer dentro del seno de la familia Franco la llevó a ser objetivo de las cámaras, al igual que el resto de la familia. A diferencia de su madre, es algo que nunca ha llevado bien: “Ser conocida por algo que no me apetece no es la meta de mi vida. La fama no me compensa”. Además, confiesa que siempre tuvo miedo a la prensa en España porque los fotógrafos la seguían a cada paso: “Me angustiaba. No estaba acostumbrada a la prensa y sigo sin acostumbrarme. Esa no es mi vida. Quizá ha sido la historia de mi familia materna. Pero a mí esa realidad me ha hecho ser más reservada”.
En 1995 Cynthia tuvo que enfrentarse a la separación de sus padres tras once años de matrimonio. La joven, que ahora tiene 30 años, se quedó con su padre en Francia. Sin embargo es ahora cuando ha hablado por primera vez de lo que esta ruptura supuso para ella: “Es completamente falso que mi madre me abandonara. ¡Qué va, en absoluto! No pasaba más de una semana sin verme. Se alquiló una casa a 100 metros de la de mi padre, la decoró para que me sintiera cómoda y vivía allí dos semanas al mes. Cuando yo no estaba con ella, mi madre se marchaba a Madrid o a Roma, pero me llamaba cada día. Y así estuvo diez años, viviendo en los aviones, hasta que yo cumplí los 18. Nunca he sentido que me abandonara. Jamás. Mi madre siempre estuvo en los momentos más importantes de mi vida”.
La joven confiesa que es más parecida a su padre: “Mi madre es la liberta. Vive como quiere”
Sin embargo, confiesa que a quien más se parece es a su padre: “Tenemos el mismo carácter fuerte, somos testarudos y celosos. A él le gusta la rutina, la familia, las cenas, la seriedad en el trabajo… En eso somos idénticos. Mi madre es todo lo contrario. Ella es la libertad, le da igual lo que la gente diga y vive como quiere. Es más fuerte que yo, tiene muchísima fuerza de voluntad, asume las cosas y no se sorprende ante las críticas. Admiro esa libertad y admiro verdaderamente a mi madre”. De su padre también heredó el gusto por el arte. Por ello a pesar de ser licenciada en Derecho y especializada en criminología se labró su vida como pintora desde muy joven.
En la entrevista, Cynthia también tuvo palabras para su único hermano vivo, Luis Alfonso de Borbón, con quien jamás ha vivido: “Yo no conozco al duque de Anjou, yo conozco a mi hermano. El lado oficial de Luis solo le pertenece a él. Que siga teniendo aspiraciones al trono de Francia es algo que está bien, hay que perpetuar las tradiciones y él siempre lo ha hecho de forma muy seria”.
En el terreno amoroso, Cynthia está viviendo un momento muy dulce. Anunció que se casaba este año con el francés Benjamin Rouget, quien curiosamente fue su primer amor: “Salimos desde los 16 hasta los 18 años y ahora, diez años después, nos hemos vuelto a encontrar”. Al parecer la pareja se casará en París y luego se mudarán a Burdeos, donde él es cirujano.
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