A pesar de los esfuerzos y del deseo de éste de que Sevilla se hubiese mantenido en su hogar, el Alzheimer de la actriz ha avanzado tanto en las últimas jornadas que Algueró se ha visto prácticamente obligado a ingresarla en una residencia, según cuenta la revista Semana. Tal y como informan algunas de las personas que visitaban a la presentadora, ésta apenas reconocía a nadie, ni a su hijo y únicamente repetía ciertas palabras de las que escuchaba o se reactivaba cuando sonaban las canciones que interpretaba antaño.
Retirada de la vida pública
La cantante, de 84 años, lleva retirada profesional y públicamente desde hace tiempo por culpa del alzheimer. Aun así, continuaba viviendo en su residencia habitual, situada en el paseo del Pintor Rosales de Madrid, hasta hace un tiempo; por parte de algunos medios sería hasta marzo y por parte de otros, hasta hace algunos días. Su hijo, Augusto Algueró, que se había trasladado junto a ella hace un mes tras separarse de su esposa, Marta Díaz, le había facilitado dos enfermeras para que la atendieran a tiempo completo, una de lunes a viernes y otra para el fin de semana.
La protagonista de Violetas Imperiales sólo se dedicaba a ir de su cama a la sala de estar para ver la televisión mientras residía en su vivienda madrileña bajo el cuidado de las sanitarias. Augusto, con quien tuvo algunas que otras diferencias a causa de su nuera, desembolsa ahora unos 2.000 euros al mes para que su madre reciba la atención especializada que requiere en el centro en el que acaba de ser ingresada. Como vemos, para Algueró todos los esfuerzos por su madre se quedan cortos.
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